El poder i la por.
El Roto |
El temor siempre ha sido uno de los aliados más fieles del poder –piénsese
en la concepción hobbesiana de la política- y no hay poder que no haya confiado
en alguna forma de terror ya que, como hemos visto, el miedo es una emoción que
inmoviliza, distorsiona, neutraliza. De modo que el miedo nos hace susceptibles
de ser dominados por los que poseen la capacidad de generar ese temor,
especialmente a través de los medios de comunicación de masas. Y son los miedos
colectivos los que se utilizan interesadamente por el poder para justificar el
alarmismo antiterrorista, el recorte de
derecho de todo tipo (civiles, políticos, sociales, económicos), la
xenofobia, la vigilancia policial y parapolicial creciente … como ha señalado Naomi Klein en La doctrina del shock (Paidós, 2007). Aunque bastaría recordar el
trágico episodio del auge del nazismo y la hábil manipulación del miedo en la
Alemania de entreguerras, analizada brillantemente en la obra de Erich Fromm, El miedo a la libertad (Paidós, 2009).
La agenda mundial la dicta el miedo, lo que genera confrontación,
intolerancia y el menoscabo de los derechos humanos en nombre de la
(pretendida) seguridad. El miedo al “otro”, al terrorismo, a las armas de
destrucción masiva, fomentado por dirigentes sin escrúpulos, nos aboca al
callejón sin salida de la conculcación del Estado de derecho y de los derechos
humanos, de las desigualdades, de la xenofobia y de la violencia. Pero también
los miedos infundados a las nuevas enfermedades (crisis sanitarias, mientras se
olvidan enfermedades “huérfanas” que afectan a millones de personas, claro, en
el mundo empobrecido: malaria, dengue, mal de Chagas, leishmaniasis), a la
contaminación alimentaria, a tecnologías y artefactos innovadores, donde se cae
en el descuido de la probabilidad, en las cascadas y en la polarización grupal
–concitando una aplicación abusiva y hasta contraria a la satisfacción de los
derechos humanos del “principio de precaución”.
Txetxu Ausín, El poder
de los miedos; ¡perdón!, de los medios, Claves de razón práctica,
Marzo/Abril 2014, nº 233
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