Daniel Dennet: La il.lusió de la consciència (videoconferència)
transcripció al castellà.
Mi recientemente fallecido y añorado amigo Bob Nozick, un muy buen filósofo, en
uno de sus libros Explicaciones
Filosóficas explica el ethos de
la filosofía, y la forma en que los filósofos hacen sus cosas. Y
dice, "los filósofos aman la argumentación racional". Y
añade, "Parece que la discusión ideal para
la mayoría de los filósofos es darle a su audiencia las premisas y
luego darles las inferencias y la conclusión, y si
no aceptan la conclusión, mueren. Sus cabezas explotan. "La idea es tener un
argumento que sea tan poderoso que noquee a tus oponentes. Pero
la verdad es que eso no cambia la opinión de la gente para nada.”
Es muy difícil cambiar la opinión de la gente sobre
algo como la conciencia, y finalmente comprendí el porqué de este
fenómeno. La razón es que todos somos expertos sobre la
conciencia El otro día escuchamos que todo el mundo tiene
una opinión fuerte sobre los videojuegos. Todos
tienen una idea para un videojuego, aunque no sean expertos. Pero
ellos no se consideran expertos en videojuegos, simplemente
tienen opiniones fuertes. Estoy seguro que la gente presente que trabaja
en, digamos, el cambio climático y el calentamiento global, o sobre el futuro de
internet, se encuentra con gente que tiene opiniones muy
fuertes acerca de lo que va a pasar en el futuro cercano. Pero
probablemente no creen que son opiniones expertas. Sólo
expresan convicciones profundas. Pero en relación a la conciencia, la gente parece
pensar, cada uno de nosotros parece pensar, "Yo soy
un experto. Simplemente por estar consciente, lo sé todo
sobre esto." Y así, uno les cuenta su teoría y ellos dicen, "¡No,
no, la conciencia no es así! No, estás completamente equivocado." Y lo
dicen con una seguridad increíble.
Así que lo que intentaré hacer hoy es
perturbar su confianza. Porque conozco la sensación... La
puedo sentir en mí mismo. Quiero perturbar su confianza de que conocen lo
más íntimo de sus mentes... y de que pueden hablar con autoridad sobre sus
propias conciencias.
Ahora, esta bonita imagen muestra una globo de
pensamiento. Una burbuja de pensamiento. Creo
que todo el mundo entiende lo que esto significa. Se
supone que muestra el flujo de nuestra conciencia. Esta
es mi representación favorita de la conciencia que se haya hecho jamás. Es de
Saul Steinberg, por supuesto... fue portada del New Yorker. Y
este tipo aquí esta mirando el cuadro de Braque. Eso
le recuerda a la palabra barroco, barro, perro, caniche, Suzanne
R. y se va a las carreras. Aquí hay un flujo de conciencia magnífico y si
lo siguen, aprenden mucho sobre este hombre. Lo
que también me gusta en particular de este dibujo es
que Steinberg ha presentado a este hombre en un
estilo algo puntillista.
Lo que nos recuerda, como Rod Brooks decía ayer, que
lo que somos, lo que cada uno de nosotros es, lo que ustedes son, lo que yo
soy... es aproximadamente 100 billones de robots
celulares. Eso es de lo que estamos hechos. No
hay ningún otro ingrediente. Estamos hechos sólo de células, alrededor de 100
billones de ellas. Ninguna de esas células es consciente, ninguna
de esas células sabe quien eres tú, ni le importa. De
algún modo, tenemos que explicar cómo cuando creas equipos, ejércitos, batallones de
cientos de millones de pequeñas células robóticas inconscientes... en
realidad, no muy diferente de una bacteria cada uno de ellos... el
resultado es éste. ¡Mírenlo! El contenido: hay color, hay ideas, hay
recuerdos, hay historia. Y de alguna manera todo ese
contenido de la conciencia se consigue con la ajetreada actividad de esas
hordas de neuronas. ¿Cómo es posible? Mucha gente sencillamente cree,
que no es posible en absoluto. Piensan, "No, no puede haber ningún tipo
de explicación naturalista de la conciencia".
Hay un libro fantástico de un amigo mío llamado
Lee Siegel que enseña religión, de hecho, en la Universidad
de Hawaii, y es un mago experto, y un experto sobre
la magia callejera de la India, que es el tema del libro, Red de Magia. Y hay
un pasaje que quisiera compartir con ustedes. Habla
muy elocuentemente sobre este problema. "Estoy
escribiendo un libro sobre magia", explico, y me preguntan, ¿Magia de
verdad? Por 'magia de verdad' la gente se refiere a
milagros, actos taumatúrgicos y poderes sobrenaturales. "No",
contesto. "Prestidigitación, no magia de verdad". La
magia de verdad, en otras palabras, se refiere a una magia que no es real, mientras
que la magia que es real, la que realmente puede hacerse, no es magia de
verdad".
Ahora bien, así se sienten muchos con respecto a
la conciencia.
La verdadera conciencia no es un libro de trucos. Si
vas a explicarlo como un libro de trucos, entonces
no es conciencia de verdad, sea lo que sea. Y
como dijo Marvin, y como han dicho otros: "La
conciencia es un libro de trucos". Esto
significa que hay muchos que quedan completamente insatisfechos. e
incrédulos cuando intento explicar la conciencia. Así
que este es el problema, debo intentar hacer
un poco del tipo de trabajo que a muchos no les gustará, por
el mismo motivo que no les gusta que les expliquen un truco de magia. ¿Cuántos
de los aquí presentes, si alguien (un sabelotodo) les
empizara a explicar cómo se hace un truco en particular, querrían
taparse los oídos y decir, "¡No, no, no quiero saberlo! No le
quites la gracia, prefiero que sea un misterio. No me
cuentes el secreto" Hay muchos que se sienten así sobre la
conciencia, como he comprobado. Y pido disculpas si les estoy imponiendo algo de
claridad o comprensión. Si prefieren no saber algunos de estos trucos es
mejor que se vayan ahora.
Pero no se lo explicaré todo. Haré
lo que hacemos los filósofos. Así explica un filósofo cómo se parte en dos a
una mujer con serrucho. ¿Conocen ese truco? El
filósofo dice, "Yo les explicaré como se hace: Verán,
el mago no serraba de verdad a la mujer en dos".
"Sólo les hace creer que lo hace". Y
ustedes dicen, "¿Ah sí?, ¿y cómo lo hace?" Y el
responde, "oh, eso es de otro departamento, lo siento."
Así que ahora intentaré explicar cómo los
filósofos explican la conciencia. Pero también intentaré mostrarles que
la conciencia no es tan maravillosa,
que su propia conciencia no es tan
extraordinaria como pueden haber creído. Esto
es algo que, por cierto, Lee Siegel comenta en su libro. Se
maravilla de cómo después de uno de sus espectáculos la
gente jura que le vieron hacer X, Y o Z. Él nunca hizo nada de eso. Ni
siquiera intentó hacerlo. La memoria de las personas exagera lo que creen
haber visto. Y lo mismo ocurre con la conciencia.
Ahora veamos si esto funciona. Bien, echemos un
vistazo. Miren con atención. Estoy
trabajando con un joven animador por ordenador y documentalista llamado
Nick Dreamer, y esta es una pequeña muestra que hizo para mi, parte
de un proyecto mayor que puede interesarles a algunos. Estamos
buscando patrocinador... Es un largometraje documental sobre la
conciencia. Ahora bien, todos han visto lo que cambió,
¿cierto? ¿Cuántos de ustedes se han percatado de que cada
uno de los cuadrados ha cambiado de color? Todos.
Se lo mostraré de nuevo. Incluso cuando saben que todos van a cambiar de
color, es muy difícil darse cuenta. Hay que concentrarse
mucho para notar al menos alguno de los cambios.
Bien, este es un ejemplo, entre muchos, de un
fenómeno que se está estudiando bastante. Es
uno que predije en las últimas páginas de mi libro
de 1991, La Conciencia Explicada, donde
sostenía que si se hacían experimentos de este tipo, encontraríamos
que las gente es incapaz de percibir cambios realmente grandes. Si
hay tiempo al final, les mostraré un caso mucho más llamativo. Ahora,
¿cómo puede ser que estén ocurriendo todos estos cambios, y que
no seamos conscientes de ellos? Bueno, ya escuchamos hoy a Jeff Hawkins hablarnos
de cómo nuestros ojos saltan, como se mueven de un lado a otro, tres o cuatro
veces por segundo. No mencionó la velocidad. Sus ojos están en
constante movimiento, moviéndose de un lado a otro, mirando a otros
ojos, narices, codos, mirando a las cosas interesantes en el mundo. Y ahí
donde no miran nuestros ojos, tenemos una visión notablemente empobrecida. Esto
se da porque la parte foveal del ojo, que
es la parte de alta resolución, es del tamaño de la uña de su pulgar con el brazo
estirado. Esa es la parte de los detalles. Pero
no parece ser así, ¿no es cierto? No parece ser así, pero así es. Están
recibiendo bastante menos información de la que creen.
Aquí pueden ver un ejemplo muy diferente. Éste es
un cuadro de Bellotto. Está en el museo de Carolina del Norte. Bellotto
fue discípulo de Canaletto. Y me encantan este tipo de cuadros. El
cuadro es más o menos del mismo tamaño que el que aparece aquí. Y me
encantan los Canalettos, porque tienen un nivel de detalle fantástico. y uno
puede acercárse bien y distinguir todos los detalles. Y a
mi me atrajo desde el otro lado del pasillo en Carolina del Norte porque
pensé que probablemente era un Canaletto, y
tendría todo ese detalle. Y me fijé que en ese puente, hay mucha gente, uno
apenas puede verlos cruzando el puente. Y
mientras me acercaba pensaba que podría ver al detalle a la mayoría de las
personas, su ropa y demás. Y al
acercarme más y más, de hecho grité.
Grité porque al acercarme descubrí
que el detalle no estaba. Sólo eran unas gotas de pintura aplicadas con
gran habilidad artística. Y mientras caminaba hacia el cuadro esperaba
un nivel de detalle inexistente. El artista había sugerido con gran habilidad a
las personas y sus ropas y vagones y todo tipo de cosas y mi
cerebro se creyó la sugerencia.
Ustedes están familiarizados con una tecnología
más reciente, que está... ahí. Pueden ver mejor las gotas. Vean,
cuando se acercan, en realidad son sólo gotas de pintura. Habrán
visto cosas como estas, este es el efecto contrario. Se lo
mostraré una vez más.
Ahora, ¿qué hace su cerebro cuando acepta la
sugerencia? Cuando una hábil gota o dos, por un artista, sugieren
a una persona... digamos un miembro de la
sociedad de la mente de Marvin Minsky, ¿se envían
pequeños pintores para que completen los detalles en alguna parte de sus
cerebros? No lo creo. Imposible. Pero entonces, ¿cómo
diablos lo hacen? Bueno, ¿recuerdan la explicación del filósofo
sobre la mujer partida en dos? Es lo mismo. El
cerebro simplemente les hace creer que ahí está el detalle. Creen
que el detalle está, pero no lo está. El
cerebro no está realmente creando los detalles en tu cabeza. Sólo
está haciendo que esperes el detalle.
Hagamos este experimento rápidamente. ¿La
forma de la izquierda es la misma que la de la derecha, pero rotada? Sí. ¿Cuántos
de ustedes lo han hecho rotando la de la izquierda mentalmente,
para ver si correspondía con la de la derecha? ¿Cuántos
lo han hecho con la de la derecha? Vale. ¿Cómo
saben que es eso lo que han hecho?
De hecho ha habido un debate muy interesante en
las ciencias cognitivas de los últimos 20 años; varios
experimentos creados por Roger Sheperd, que
medían la velocidad angular de rotación de las imágenes mentales. Sí,
se puede hacer. Pero los detalles del proceso todavía crean mucha
controversia. Y si leen lo escrito sobre el tema, una de las
cosas que debemos aceptar es que incluso
cuando uno es el sujeto del experimento, uno no sabe. No
sabe cómo lo hace. Sólo sabemos que tenemos ciertas creencias. Y que
vienen en un cierto orden, en cierto momento. ¿Y
qué explica el hecho de que eso es lo que pensamos? Bueno,
ahí es donde hay que ir tras las bambalinas a preguntarle al mago.
Esta es una figura que me encanta: Bradley,
Petrie y Dumais. Pueden pensar que he hecho algo de trampa, que
he puesto un borde más blanco que el blanco ahí. ¿Cuántos
de ustedes ven un borde así, con el cubo de Necker flotando delante de los
círculos? ¿Lo ven? Bueno,
deben saber que, en efecto, el borde realmente está ahí en cierto sentido. Su
cerebro de hecho procesa el borde, el borde que iría exactamente ahí... Pero
ahora fíjense que hay dos formas de ver el cubo, ¿verdad? Es un
cubo de Necker. ¿Pueden ver todos las dos formas de verlo? Vale. ¿Pueden
ver las cuatro formas de ver el cubo? Porque
hay otra forma de verlo. Si lo están viendo como un cubo flotando delante
de unos círculos, unos círculos negros, hay otra forma de verlo. Como
un cubo sobre un fondo negro, como se vería a través de un pedazo de queso
suizo.
¿Lo ven? ¿Cuántos no pueden verlo? Esto ayudará.
Ahora lo ven. Estos son dos fenómenos muy
diferentes. Cuando se ve el cubo de una forma, como detrás de
una pantalla, los bordes desaparecen. Pero
seguimos rellenando de algún modo, como podemos ver si miramos esto. No
nos cuesta ver esto en absoluto, pero ¿dónde cambia el color? ¿Tendrán
sus cerebros que enviar pequeños pintores ahí? ¿Los
pintores de morado y de verde se pelean para ver quien pinta ese espacio detrás
de la cortina? No. Sus cerebros simplemente se desentienden. El
cerebro no necesita rellenarlo. Cuando empecé a hablar sobre el
ejemplo Bradley, Petirie, Dumais que acaban de ver... Volveré
a él, aquí está... Dije que no había relleno ahí atrás. Y
supuse que era una verdad sólida, constante. Pero
Rob Van Lier nos ha hecho ver hace poco que no es así.
Ahora, si creen ver un amarillo pálido... Lo
haré pasar algunas veces más. Miren en las áreas grises y
vean si ven una especie de sombras moviéndose por ahí... ¡Sí,
es asombroso! No hay nada ahí. No es un truco. ["Incapacidad
para Detectar Cambios en Escenas"] Este
es el trabajo de Ron Rensink, que de alguna forma fue
inspirado por la sugerencia justo al final del libro. Permítanme
pausar esto un segundo si puedo.
Esto es
ceguera al cambio. Lo que verán es dos cuadros, uno
de los cuales es levemente diferente al otro. Pueden
ver aquí el techo rojo y el techo gris, y
entre ellos habrá una máscara, que es simplemente una pantalla en blanco,
durante aproximadamente un cuarto de segundo. De
tal modo que verán el primer cuadro, luego la máscara, a
continuación el segundo cuadro, luego la máscara. Y
esto simplemente continuará, y su labor como sujeto es
apretar el botón cuando vean el cambio. Mostramos
el cuadro original durante 240 milisegundos. Pantalla en blanco. Mostramos
el siguiente durante 240 milisegundos. Pantalla en blanco. Y así
sigue hasta que el sujeto presiona el botón diciendo "Veo
el cambio"
Y ahora seremos los sujetos del experimento. Empezaremos
con algo fácil. Algunos ejemplos. No hay problema aquí. ¿Pueden
verlo todos? Bien. De hecho los sujetos de Resnick se demoraron sólo
un poco más de un segundo en apretar el botón. ¿Pueden
ver ese? 2,9 segundos ¿Cuántos
siguen sin verlo? ¿Que hay sobre el techo de ese granero?
Es fácil. ¿Es
un puente o un muelle? Tengo algunos más llamativos, y ya termino. Quiero
que vean algunos que son particularmente impactantes. Este,
por ser tan grande y sin embargo bastante difiícil de ver. ¿Lo
ven?
¿Ven las sombras moverse de un lado a otro?
Bastante grande. Así que 15 segundos y medio es la media de tiempo de
los sujetos en su experimento.
Me encanta éste. Terminaré con él, sólo
porque es algo tan obvio e importante. ¿Cuántos
siguen sin verlo? ¿Cuántos siguen sin verlo? ¿Cuántos
motores tiene el ala de ese Boeing?
¡Justo en mitad de la imagen! Lo
que quería mostrarles es que los científicos, usando
desde fuera, sus métodos en tercera persona, pueden
decirles cosas sobre su propia conciencia que
ustedes ni hubiesen soñado. Y que, de hecho, no son las autoridades que
creen ser sobre sus propias conciencias. Y
estamos progresando mucho en generar una teoría de la mente.
Jeff Hawkins, esta mañana, describía su intento de
generar teoría, una buena y gran teoría, en la neurociencia. Y
tiene razón. Esto es un problema. En la Facultad de Medicina de Harvard, una vez,
estaba en una charla, y el director del laboratorio dijo, "en
nuestro laboratorio tenemos un dicho: si
trabajas sobre una neurona, eso es neurociencia, si
trabajas sobre dos, eso es psicología".
http://www.ted.com/talks/dan_dennett_on_our_consciousness/transcript
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