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S'estan mostrant les entrades d'aquesta data: agost, 2020

La memòria, un lloc per al temps?

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Siendo un asunto temporal, ¿puede ocupar un lugar en el espacio? El sueño de localizar el tiempo pasado en el espacio presente sigue vivo. Pero hay otras posibilidades. Quizá sea un error buscar el tiempo en el espacio, encontrar un lugar para la memoria. Quizá la memoria, accesible en todas partes, no esté en ninguna. Esa fue la intuición de Henri Bergson . El filósofo francés cuestionó la costumbre de medir el tiempo con el espacio, como hacen los relojes. El tiempo de los relojes es un tiempo espurio, cuantitativo, no cualitativo. La memoria es fundamentalmente cualitativa y emocional. Cuando el tiempo se reduce al espacio, pierde esas cualidades. Nos faltan teorías de la memoria que vayan en esa dirección. La memoria como una resonancia temporal, en lugar de una inscripción espacial. Tampoco hay que olvidar el olvido, indispensable para la memoria. Sin abstraer, sin olvidar diferencias, es imposible pensar. Tras más de un siglo de investigaciones, la memoria sigue desaparecida. Si

La realitat és una simulació?

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Imaginemos que un científico maligno ha extraído un cerebro del cuerpo y lo ha colocado en una cubeta de nutrientes que lo mantienen vivo. Las terminaciones nerviosas han sido conectadas a un ordenador que provoca en esa persona la ilusión de que todo es perfectamente normal. Se despierta cada día para ir al trabajo, se va a tomar unas cervezas con los amigos, queda con su pareja por la noche. Todo igual que siempre, él no sospecha que nada haya cambiado. “La víctima puede creer incluso que está sentada, leyendo estas mismas palabras acerca de la suposición, divertida, aunque bastante absurda, de que hay un diabólico científico que extrae cerebros de los cuerpos y los coloca en una cubeta”. La cita es de   Razón, verdad e historia , libro del filósofo estadounidense Hilary Putnam, publicado en 1981. El objetivo de este experimento mental es sugerir que todo puede ser una ilusión e inocularnos una buena dosis de escepticismo. Es una idea que lleva siglos rondando y que además ha servido

Sobre el "Discurs" de Pico della Mirandola

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Este ser inacabado que es el hombre, que tiene que moldear y esculpir su naturaleza y hacerse a sí mismo, dispone para ello de un don divino que es la libertad . Sin ella, estaría encerrado en los límites de su propio ser y no podría sino ser un animal más constreñido a una naturaleza fija e inmutable. Pero la libertad le hace indefinido, con todo lo que ello conlleva, pues tanto podrá degenerar en lo inferior como regenerarse en lo superior. Pico va mucho más allá de la idea, que en nuestros días presentan por activa y por pasiva cientos de libros de autoayuda , de que cada cual se labra su propio futuro, que somos dueños de nuestra existencia, que debemos tomar las riendas de nuestra vida, etcétera. Su planteamiento es radical, antropológico y ontológico: lo que nos constituye como seres humanos es la libertad, es decir, que justamente nada nos constituye, porque, en palabras de Pico, la suma generosidad del Creador le ha concedido al hombre “tener lo que desea, ser lo que quiere”. E

La brutalitat organitzada.

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  En   El auge de la brutalidad organizada , Malesevic señala una paradoja. Nos horroriza la imagen de una persona ardiendo en la hoguera, asociada a un pasado brutal, pero un dron militar mata hoy a más personas sin generarnos las mismas emociones. La primera forma de asesinar, explica, era más cruel, pero también un signo de debilidad, un intento de lanzar un mensaje de advertencia ante la incapacidad de imponerse de otras formas, mientras que la segunda es una prueba de la fortaleza actual del Estado. La herencia de la Ilustración ha generado en nuestros días lo que Malesevic llama una “disonancia ontológica”, la que surge de la prevalencia de los derechos humanos -con el reconocimiento de que todas las personas tenemos el mismo valor intrínseco- y el uso sin embargo de violencia organizada contra ellas. “La comprensión universal de que todos tenemos el mismo valor moral crea una situación muy inusual por la que la única forma en la que se puede deslegitimar a algunas personas o gru

Corrents epistemològics.

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¿Existe el bosón de Higgs? Un REALISTA diría que sí. Fue predicho por el modelo estándar y su existencia se comprobó más tarde experimentalmente. Un EMPIRISTA CONSTRUCTIVO (van Fraassen) diría que la evidencia empírica es como si existiera el bosón de Higgs, pero no podemos comprometernos con su existencia, porque esto es ir más allá de lo que epistémicamente nos permite la experiencia. Un INSTRUMENTALISTA (o un POSITIVISTA) diría que la pregunta es irrelevante o está mal planteada. Lo que importa es que el modelo estándar sea capaz de hacer buenas predicciones y sirva para objetivos de control de la realidad. Un CONSTRUCTIVISTA SOCIAL diría que el bosón de Higgs existe en tanto que constructo social, es decir su existencia “real” comenzó al ser propuesto dentro del modelo estándar. Existe solo en la medida en que los científicos han cerrado un acuerdo en torno a él. Un CONVENCIONALISTA diría algo parecido. La existencia del bosón de Higgs es convencional. Se acepta porque es útil para