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S'estan mostrant les entrades d'aquesta data: setembre, 2013

El nosaltres i la cultura de l'estadi.

La cultura en general y especializadamente la cultura de estadio ha sido siempre, de manera congénita, un instrumento de des-subjetivación política y de control social. Así ha sido en Roma desde el Panem et circenses; y sobre Grecia tenemos el testimonio, indirecto y tardío, de Luciano de Samosata -nació ya en la era cristiana, bajo el dominio del Imperio Romano-, que, en su diálogo Anacarsis o de la gimnasia, se remonta a los tiempos de Solón, al que nos pinta como hospitalario receptor y gentil acompañante de un escita, seguramente rico, Anacarsis, que baja hasta Atenas con el deseo de conocer la cultura y las instituciones de la Hélade. Hay que decir que por "gimnasia" no entiende Luciano solamente la habitual -no sé si cotidiana- de los particulares, sino también la de un estadio -con multitud de espectadores, ya se entiende-; pero en lo que dice de esto último puede haber influido, o por lo menos así lo parece, su conocimiento de los grandes estadios o los

Ho tens tot i res alhora.

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Naturalmente, somos demócratas. No es que seamos “tolerantes”, es que amamos al otro, incluso en cuanto apesta –¿fuma?-, en lo que tiene de abominable. Necesitamos la contaminación de su singularidad, la violencia de su palabra y su presencia. Somos así de atrasados, de milenaristas. Hölderlin Claro que, por esto mismo, no creemos en la Democracia. ¡Por favor, esa ridícula promesa de administración transparente! Que además, desde el principio, ha cometido toda clase de crímenes contra unos humanos marcados previamente –¿les recuerda esto algo?- con el estigma del mal. Reconocemos que la fe es crucial en todos los campos, hasta para ligar. Pero, puestos a creer en una figura cenital, necesitamos cosas más reales, más simples e inmediatas. Algo así como el silencio o la amistad. O el odio, el amor, el llanto, la fuerza. Hasta el Dios de la vieja religión nos parece preferible a esta oferta policial de regulación que se llama democracia y se ha limitado a santi

La pana com a absolut metafísic, per Dani Rovira (club de la comedia)

Víctor Gómez Pin i la necessitat de retornar a Aristòtil

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Víctor Gómez Pin Me han gustado tanto algunos comentarios que los lectores han tenido la amabilidad de enviar a mi artículo anterior (aquel sobre la filosofía y la ciencia) que no puedo por menos de recomendar dos lecturas a los partidarios de la religión (científica u otra) que asoman la nariz en dichos mensajes. La primera es la reciente edición en España de la Filosofía natural de Paul Feyerabend (Debate) y en especial el capítulo titulado: «Aspectos fundamentales de las concepciones de la realidad y del lenguaje de la ciencia». Es este un curiosísimo trabajo del célebre físico que se dio por perdido y ha sido hallado en los archivos de la universidad de Constanza, aunque en modo fragmentario. Su finalidad era contraponer los mitos religiosos y los mitos científicos. Data de los tiempos de Levi-Strauss y de Althusser , por lo que leerlo suscita una cierta añoranza tornasolada, como la música de Debussy . Es importante porque permite entender su evolución en

Elits urbanes i nacionalisme.

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Si hay una conclusión dominante que puede extraerse de los miles de libros y artículos dedicados a los nacionalismos, sería que los factores que explican su existencia no son las razas, la religión o la historia. Tampoco los intereses económicos, como quiso el marxismo. Más que burguesía, lo que encontramos tras estos procesos son élites político-intelectuales. No intelectuales en el sentido de grandes creadores de arte o pensamiento sino de personas que manejan y difunden productos culturales y que con ello se ganan la vida o son, o aspiran a ser, funcionarios. Pero sobre lo que quisiera reflexionar aquí hoy es sobre el hecho de que estas élites actúan necesariamente desde centros urbanos, porque es allí donde se crea y difunde la cultura. Allí se reúnen, intercambian ideas, conciben y lanzan su proyecto. La disputa se libra entre ciudades; más precisamente, entre élites urbanas. Durante milenios, la humanidad ha vivido organizada en reinos o imperios, formas de domin

Per què hem de témer l'augment de les desigualtats socials?

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  Como ocurre cuando baja la marea, la recesión económica que ha seguido a la crisis financiera de 2008 ha dejado al descubierto tres grandes peligros que, ocultos bajo la pleamar económica de la burbuja de crédito, ahora amenazan con impedir el retorno a un mundo con cierta estabilidad económica y progreso social. El primero, es el gigantismo del sector financiero en relación con el resto de la economía; una verdadera macrocefalia financiera. El segundo, son los grandes desequilibrios comerciales globales; en nuestro caso, entre Alemania y el resto de la zona euro. El tercero, es la desigualdad. De los tres, el que menos atención recibe es el tercero. Pero, en mi opinión, la desigualdad es el factor potencialmente más peligroso para el funcionamiento del capitalismo y de la democracia. Lo relevante de la desigualdad actual no es su existencia, sino la magnitud que ha alcanzado. Los economistas Thomas Piketty y Emmanuel Sáez, dos de los mejores estudiosos de

És el nostre deure entendre?

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by Gabi Beltran En un momento de Hannah Arendt , el film de Margarethe von Trotta, la protagonista afirma que el deber principal de un pensador es entender. Arendt acató ese imperativo, y uno de los resultados fue que, según muestra la película, en 1961 viajó a Jerusalén para asistir al juicio de Adolf Eichmann, el ingeniero del exterminio judío en Europa; el resultado de ese resultado fue Eichmann en Jerusalén . Un ensayo sobre la banalidad del mal, donde la pensadora judeoalemana argumentaba que Eichmann no era un monstruo diabólico, sino un hombre común y un burócrata disciplinado, cuya eficiencia letal le ganó el apodo de “el especialista”. (El complemento cinematográfico ideal de la obra de Von Trotta es Un especialista , de Rony Brauman y Eyal Sivan, realizado a partir de las imágenes tomadas durante el juicio por Leo Hurwitz). El libro causó un escándalo notable: aunque en el fondo no hacía más que ilustrar una idea contenida en Los orígenes del totalitarismo

Pierre Bayle, el filòsof itinerant.

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El filósofo francés Pierre Bayle (1647-1706) es uno de los nombres mayores de la filosofía moderna europea, a quien se refería Voltaire como “el inmortal Bayle , honor del género humano”. Él mismo afirmaba ser poco dado “a diversiones, partidas placenteras, juegos y comidas” y tener “el mayor y más encantador ocio que un hombre de letras pueda desear”. Era una persona solitaria, enfermiza, en situación de apuro económico, sospechoso de heterodoxia e incluso de ateísmo, de gran talento, decidido a hacer uso de la razón en la búsqueda de la verdad y de una independencia insobornable en su propósito de ilustrar al ser humano.(...)   Pierre Bayle Su vida fue itinerante tanto geográfica como religiosa y profesionalmente. Nació en 1647 en la ciudad pirenaica de Carla-leComte, que hoy lleva el nombre de CarlaBayle, y vivió en Toulouse, Rouen, París, Ginebra y Rotterdam, la ciudad de Erasmo, donde fue profesor durante 12 años hasta su cese por el consistorio de la ciuda

Santayana i el riure filosòfic.

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Santayana by Enrique Flores Cuenta Gore Vidal en sus memorias que, en cierta ocasión, un famoso crítico literario le confesó que Santayana le había enviado un ensayo desde Roma y que se lo había devuelto, porque “¿Qué es lo que tiene que contarnos ahora?”. A lo que Vidal contestó: “Todo, y más”. No parecen opinar lo mismo las instituciones académicas y la industria editorial de nuestro país que, en este año en el que se conmemora el 150º aniversario del nacimiento del pensador, están brillando, tan clamorosa como injustificadamente, por su ausencia. En un panorama editorial en el que predominan las bagatelas literarias y seudofilosóficas, uno no se plantea ni remotamente la posibilidad de una edición crítica de las obras completas del pensador de la ejemplaridad de la que está llevando a cabo la Universidad de Indiana en los Estados Unidos, pero ¿no habría sido una aventura de poco riesgo una digna reedición, por ejemplo, de su espléndida novela El último puritano

Alain Badiou: La República de Plató (conferència).

Plató contra la injustícia.

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  Tras leer el artículo de César Rendueles “ Brad Pitt contra la democracia ” publicado ayer 24/09/2013 en eldiario.es y todos los comentarios que generó tanto a pie de página como en facebook, le tomo la casa a Ferlosio para poder tirar del hilo en un espacio apropiado. Comparto la afirmación de César Rendueles sobre la locura de la democracia en tanto “ apuesta radical por la igualdad ”. Que todos, absolutamente todos, incluso los filósofos, tengamos el mismo derecho a intervenir en la vida pública, es, sí, una locura. Pero dudo que el resultado de una democracia directa y total fuera peor que el actual estado de cosas en el mundo. Por eso desconfiaría de cualquiera que intentara materializar la República de Platón tal cual en el siglo XXI. Ni el propio Platón la escribió con tal fin: la R epública no es tanto una propuesta que pretenda ser realizada, cuanto un análisis de las causas que provocan la enfermedad del Estado, que no son otras que la codicia y la avaricia,

Mobilització o deslleialtat.

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La normalidad nadie sabe bien lo que es, pero la percepción de la anormalidad es casi instantánea. Y llevamos una larguísima temporada de anormalidad social y política. No, no estoy hablando del independentismo y sus movilizaciones masivas, ni pienso tampoco en el tránsito súbito que ha vivido la cúpula de Convergència, ni tan siquiera hablo de la seducción progresiva que las izquierdas en Cataluña sienten hacia el proyecto de romper amarras con España. Lo que me parece de veras anormal es la marginalidad actual de actitudes intelectuales y éticas de las que habíamos empezado a disfrutar desde hace apenas 30 años. Parecían irreversibles las virtudes de la tradición laica, recelosa ante las efusiones de la pasión patriótica y partidaria de la templanza cívica (sobre todo, en política). El espíritu esencialista en discursos calculadísimos o la abusiva, asfixiante presencia de banderas en las calles y en los balcones remueven la conciencia de quienes creemos que los países no son

Sense llibres.

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by Erlich Hay quienes no disponen de libros. No pueden permitírselo. Y algunos van a la escuela, al colegio, al instituto, a las aulas. Podríamos buscar explicaciones. No tardaríamos en encontrar palabras para justificar que ello no es tan decisivo, que pueden compartirse, que existen las nuevas tecnologías, que no es preciso poseerlos… y un sinfín de buenas razones sin duda sensatas. Pero ni siquiera ello es siempre resultado de una decisión, ni consecuencia de ningún acto ni opción pedagógica. En ocasiones, simplemente no les es posible tenerlos. Se ven abocados a prescindir de ellos. Hay supuestos pequeños detalles que son decisivos, lo que pone en entredicho que resulten insignificantes. No pocas veces un conjunto es insostenible por un cúmulo de adiciones y no faltan quienes hoy se encuentran en una difícil coyuntura, sin que necesariamente cada aspecto concreto permita un discurso inicialmente dramático Y sin embargo lo que les ocurre puede considerarse trágico. De ahí q

Naturalesa humana: entre physis i nomos.

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Entre los momentos determinantes en la configuración que cada individuo humano se hace del mundo, cuenta desde luego aquel en el que se apercibe, por ejemplo, de que hay impedimento para disponer a discreción de los bienes que se hallan en el entorno, o para persistir en un estado placentero como el del reposo. El niño se va haciendo plenamente hombre en este apercibirse de que sus relaciones con las cosas físicamente al alcance, con las demás personas y hasta con su propio cuerpo están reguladas, sujetas a restricciones en las que intervienen los demás, y que su voluntad es al respecto impotente, es decir: el niño se hace hombre en la interiorización de aquello que los griegos designaban mediante el término nómos, del que da cuenta sólo aproximadamente nuestro término ley. Pues más que referirse al mundo físico, nómos es la regulación que determina las relaciones entre los hombres; nómos es el tejido que constituyen los múltiples vínculos entre hijos de la póli