Contra la política representativa.
La gente a veces tiene opiniones un tanto contradictorias. En el último barómetro de 40dB . sobre democracia publicado en este mismo periódico hay un dato especialmente llamativo. Se observa un apoyo equivalente a dos posiciones que en principio parecen incompatibles. Por un lado, un 63% de los entrevistados está bastante o muy de acuerdo con el siguiente enunciado: “Las decisiones políticas relevantes las deberían tomar los ciudadanos de forma directa, mediante referéndums”. Hay, pues, un apoyo amplio a un autogobierno sin mediación de los representantes. La gente quiere una conexión más estrecha entre las preferencias populares y las políticas públicas. Es una especie de radicalismo democrático. Por otro lado, un porcentaje muy parecido, ligeramente superior, del 66%, da su apoyo a este otro enunciado: “Lo ideal sería que nos gobernara un grupo de expertos con los conocimientos necesarios para tomar las decisiones más beneficiosas para la sociedad”. El gobierno de los expertos (o tec