El ciutadanisme com a refugi de l'esquerra.
.El ciudadanismo se plantea como una especie de democraticismo radical que trabaja en la perspectiva de realizar el proyecto cultural de la modernidad en su dimensión política, que entendería la democracia no como forma de gobierno, sino como modo de vida y como asociación moral. El ciudadanismo no llama al desmantelamiento del sistema capitalista, sino más bien a su reforma ética, reclamando una agudización de los valores democráticos abstractos y un aumento en las competencias estatales que la hagan posible. Se trata entonces no tanto de impugnar el capitalismo como desorden del mundo, sino más bien de atemperar sus “excesos” y su carencia de escrúpulos, prescindiendo o colocando en un lugar secundario cualquier referencia a la lucha de clases e invocando la noción de ciudadanía como una especie de difusa ecúmene de individuos supuestamente libres, iguales en derechos y debidamente imbuidos de valores cívicos.
.. es el de una ideología que se ha convertido en el refugio doctrinal de los restos de lo que un día fue el izquierdismo de clase media y que es el eje doctrinal en torno al cual giran hoy tanto los intentos de reorganización de la izquierda como la actividad de buena parte de movimientos sociales, muchos de ellos levantados contra la depredación económica del suelo urbano. Se trata de lo que podríamos denominar ciudadanismo, que no deja de ser una actualización del republicanismo clásico, con su elogio de la sociedad civil y de la esfera pública como mecanismos de mediación y control crítico del poder político.
Interesa sobre todo como el idealismo de la ciudadanía exalta una visión casi mística del espacio público (...) Desde esa perspectiva el espacio público —y la ciudad toda ella como su extensión— se imagina a la manera de un territorio ideal de consenso y reconciliación presidido por la figura del ciudadano, un personaje hipotético en el que se cancelan los antagonismos y que encarna la posibilidad imposible de una tregua entre segmentos sociales con intereses incompatibles, que aceptan olvidar sus contenciosos en nombre de un ámbito de coincidencia en que las viejas clases sociales se funden en pos de metas de convivencia compartidas, todo ello en nombre de valores universales de igualdad, justicia y participación.
Manuel Delgado, Ciudadanismo, El cor de les aparences, 06/03/2014 (adaptació)
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