Neurociència i sexe.
Los estudios psicológicos muestran de forma consistente ciertas
diferencias en el comportamiento de los dos sexos: los hombres muestran
en promedio más habilidades motoras y de percepción espacial, y las
mujeres puntúan mejor en el conocimiento social y la memoria. Los
neurocientíficos de la Universidad de Pensilvania creen haber hallado la
clave neurológica de esas diferencias. Según su investigación con casi
un millar de jóvenes, la conectividad entre distintas partes del cerebro
se desarrolla de manera diferente en los dos sexos. En las mujeres
predominan las conexiones entre los dos hemisferios cerebrales, y en los
hombres prevalecen las interiores de cada hemisferio. Curiosamente, ese
patrón se invierte en el cerebelo, una estructura implicada en la
coordinación de movimientos y el aprendizaje de procedimientos.
Los investigadores piensan que esas diferencias de conectividad
subyacen a los patrones de comportamiento previamente detectados por los
psicólogos. “Nuestros resultados”, dicen Madura Ingalhalikar y sus
colegas de Pensilvania, “indican que el cerebro masculino está
estructurado para facilitar la conectividad entre percepción y acción
coordinada, mientras que el femenino facilita la comunicación entre el
modo de procesamiento analítico y el intuitivo”. Publican el trabajo en
la revista científica PNAS.
La interpretación de los autores requiere alguna explicación
adicional. Dentro de cada hemisferio, el cerebro está dividido en
módulos, como los encargados de la percepción visual (situados cerca de
la nuca) y los que mandan las órdenes a los músculos para ejecutar
movimientos (localizados más o menos por encima de las orejas). Por eso
una mayor conectividad dentro de cada hemisferio implica una mayor
coordinación entre percepción visual y control motor.
Por otro lado, un hemisferio no es una copia exacta del otro. A
grandes trazos, el hemisferio izquierdo aloja nuestra parte más
racional, incluido el lenguaje y el intérprete o narrador
que da sentido a nuestra vida; el hemisferio derecho, por el contrario,
se ocupa de nuestra parte más intuitiva. De ahí que los autores
interpreten la alta conectividad entre hemisferios en las mujeres como
una mayor coordinación entre el pensamiento analítico y el intuitivo.
El lector ya estará familiarizado con el término genoma, e incluso con sus secuelas proteoma y metaboloma.
La terminación –oma quiere resaltar una ambición de totalidad: la
investigación simultánea de todos les genes, de todas las proteínas o de
todos los metabolitos. Los estudiosos del cerebro hablan ahora del conectoma
con el mismo espíritu de globalidad. Ingalhalikar y sus colegas han
estudiado el conectoma (todas las conexiones del cerebro) de 949
personas entre 8 y 22 años de edad (521 chicas y 428 chicos).
Un dato importante es que las diferencias de conectividad entre los
dos sexos son muy escasas antes de los 13 años; es a partir de los 14
cuando empiezan a pronunciarse. Aunque no hay datos directos, esa
distribución de edad hace probable que las tormentas de hormonas
sexuales que se disparan en la adolescencia estén implicadas en el
fenómeno.
Javier Sampedro, Por qué ellos se orientan mejor y ellas tienen más memoria, El País, 03/12/2013
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