El senador Carles Martí defensa la Filosofia al Senat.
Buenos días, señorías.
Quiero agradecer a la portavoz de mi grupo, María Jesús Sequera, que
me deje intervenir en este turno de presentación de enmiendas para
explicar el sentido de tres de las enmiendas que mi grupo propone a este
proyecto de ley.
Hoy, señorías, es el Día Mundial de la Filosofía, día que la
comunidad académica y científica mundial celebra y en el que señala la
relevancia de la filosofía en nuestras sociedades. Pues bien, señorías,
en este día de hoy, este Parlamento, el Parlamento español, va a reducir
sustancialmente −un 66%- el carácter obligatorio y común del estudio de
la Ética y la Filosofía en nuestro currículo escolar. Este mismo
Parlamento que hace una semana porfiaba y aprobaba una ley para hacer
obligatorias las corridas de toros en todas las comunidades autónomas de
España, hoy va a cercenar definitivamente el estudio común de la
Filosofía entre todos los estudiantes de nuestro país.
Y no hay mayor contradicción posible, señorías, que un Parlamento
rebaje y cercene el estudio de la Filosofía. Porque, señorías, filosofía
y democracia están muy íntimamente relacionadas. Es imposible concebir
una auténtica democracia sin unos ciudadanos formados en el espíritu
crítico que nos propone desde hace más de 25 siglos el debate de las
ideas filosóficas.
La filosofía es aquello que nos permite pensar que lo que pasa, que
lo que acontece no es lo único que podría conformar la realidad, y esa
es la base de la actitud crítica, la base del progreso. Y a la vez,
señorías, la filosofía, con su potencial de pluralidad, de diversidad,
con su manera de construir distintas miradas, distintas cosmovisiones
sobre lo que es el mundo y nuestras sociedades, es la garantía de la
pluralidad en la democracia. Por tanto, señorías, no hay mayor
contradicción que lo que va a hacer −si no se remedia− este Parlamento
en breves horas.
Pero, además, señorías, creo que es absolutamente innegable el
carácter básico, fundamental, importante y extremadamente útil de la
asignatura de Filosofía para la formación de los estudiantes. No en vano
dominar a fondo los instrumentos que configuran el pensamiento y la
comunicación, saber cuáles son sus estructuras profundas, sus mecanismos
de funcionamiento interior −me refiero a la Lengua y a las Matemáticas−
es determinante para una formación sólida y útil en cualquier campo. No
en vano, señorías, dominar de manera precisa los contenidos del
pensamiento, es decir, las ideas y los conceptos, es absolutamente
básico y fundamental no solo para aprender sino incluso para vivir.
La Filosofía ha estado y continúa siendo, a pesar de lo que se pueda
pensar en un análisis superficial, la asignatura, como he dicho, más
instrumental, más útil de todas las que se imparten.
Entender cómo funcionan la estructura y la lógica de los dos
lenguajes principales que organizan la vida de los seres humanos −como
he dicho, la Lengua y las Matemáticas− es básico para sacar todo su
potencial. Pero todavía es más importante el papel que juega la
filosofía en relación con el auténtico motor de nuestras existencias:
las ideas y los conceptos. Comprender y formular ideas con tanta
precisión como sea posible es absolutamente clave para todo. Crear o
innovar, luchar o dirigir, trabajar o aprender, querer o relacionarse
con intensidad y eficacia depende de cómo sepamos hacer nacer y crecer,
organizar y expresar nuestras ideas.
Señorías, no lo digo yo, lo dicen los médicos, los hombres de
negocio, los científicos, los ingenieros, los arquitectos. Todas las
profesiones, ciencias y disciplinas consideran que el estudio en
profundidad de la materia de Filosofía es extremadamente útil y básico, y
ustedes van a cercenarlo de manera definitiva.
Hagan, por favor, señorías del Partido Popular, caso al diputado,
señor Eugenio Nasarre, que hace pocas fechas hacía una llamada
desesperada a este Senado para que la filosofía volviera a recuperar su
papel en la educación secundaria. Hagan ustedes caso, señorías, al
Partido Popular de Cataluña, que hace una semana subscribía una
declaración del Parlamento pidiendo que la Filosofía volviera a tener
este carácter común y obligatorio en todas las ramas de la educación
superior.
Por favor, señorías del Partido Popular, en este aquelarre de
recortes de la LOMCE, indulten a la filosofía, porque cercenar el
estudio de la Filosofía en la educación superior de nuestro país es
autolimitar nuestras oportunidades de progreso moral y material y como
sociedad, es dispararse un auténtico tiro en el pie. Evítenlo, todavía
estamos a tiempo.
Muchas gracias.
Carles Martí, Intervención en el Senado, en defensa de la Filosofái,
Comentaris