La 'umwelt' humana.
En 1909, el biólogo alemán del
Báltico Jacob von Uexküll comenzó a observar que distintos animales del mismo
ecosistema captaban señales diferentes de su entorno. En el mundo ciego y sordo
de la garrapata, las señales importantes son la temperatura y el olor del ácido
butírico. Para el pez cuchillo fantasma negro, son los campos magnéticos. Para
el murciélago, que se ubica gracias al eco, las ondas de comprensión del aire.
Así fue como Von Uexküll introdujo un nuevo concepto: la parte que es capaz de
ver se conoce como el umwelt (el
entorno, un mundo que te rodea), y la realidad más vasta (si es que existe tal
cosa) se conoce como el umgebung.
Cada organismo posee su propio umwelt, y es de suponer que para él toda
la realidad objetiva que hay “ahí fuera”. ¿Por qué íbamos a pararnos a pensar
que existe algo más de lo que podemos percibir? En la película El show de Truman, el epónimo Truman
habita un mundo completamente construido alrededor de él (a menudo a toda
prisa) por un intrépido productor de televisión. En cierto momento un
entrevistador le pregunta al productor: “¿Por qué cree que Truman nunca ha
estado cerca de descubrir la verdadera naturaleza de su mundo?”. La respuesta
del productor es la siguiente: “Aceptamos la realidad del mundo que se nos
presenta”. Ha dado en el clavo. Aceptamos el umwelt y de ahí no pasamos. (96-97)
David Eagleman, Incógnito.
Las vidas secretas del cerebro, Anagrama, Barcelona segunda edición 2013
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