Peter Burke: "El gran mestre ensenya a saber més que ell".
Cómo es un día en Cambridge?
Por la mañana pienso preguntas y por la tarde busco respuestas en la biblioteca.
Por la mañana pienso preguntas y por la tarde busco respuestas en la biblioteca.
Peter Burke |
¿Su última pregunta?
¿Cómo robó el ejército los objetos maravillosos del Museo Británico, que me fascinaron de niño, a sus dueños de todo el planeta?
Un museo es un expolio, pero permite que todos podamos disfrutarlo hoy.
Porque cada gran tendencia de la historia siempre convive con su opuesta.
Lo enunció Hegel: tesis, antítesis...
Yo soy demasiado británico y pragmático para restringirme a las ideas. La historia de las ideas no existe, porque las ideas no se tienen solas, las tienen las personas que escriben la historia. Con todos sus prejuicios.
¿Una tesis y antítesis para hoy?
Tenemos mucha información, pero demasiada y confusa para ser conocimiento.
¿Por qué?
Porque Google no quieren difundir conocimiento, sino vendernos publicidad. También quiere digitalizar las bibliotecas...
¡Síntesis! El conocimiento se difunde.
... Sólo para privatizarlo y explotarlo. Pronto Google nos cobrará por acceder a esas bibliotecas que antes eran para todos gratis.
Google no paga impuestos aquí, aunque se lucra con nuestro trabajo y contenidos.
Y la Wikipedia democratiza el conocimiento...
La Wikipedia es loable, pero poco fiable.
¡Qué me va a contar! Me atribuía un doctorado en Oxford que no tengo. Y, cuando quise corregirlo, me preguntaron cómo lo sabía.
¿Les dijo que usted era usted?
Por eso al fin lo corrigieron. La Wikipedia difunde el conocimiento antes reservado a especialistas, igual que la Enciclopedia de Diderot reveló los secretos de oficio de los gremios y así democratizó el conocimiento.
A los gremios no les hizo gracia.
Y los copistas amanuenses se quejaban amargamente en sus textos de la "vulgaridad de la imprenta de Gutenberg".
¿Hoy los periodistas aspiramos a mantener el control gremial de la noticia?
Cuando una institución se vuelve inmovilista, es más fácil abandonarla y fundar otra que intentar renovar la vieja. Por eso me fui de Oxford a la interdisciplinar Essex.
¿Oxford no sabía renovarse?
Quise luchar contra otra de las grandes tendencias retrógradas de la historia del conocimiento: la especialización. Los burócratas imponen su interés gremial de crear departamentos para controlarlos y frenan la innovación, que consiste en pensar sin límites.
¿Y cómo lograron ser libres en Essex?
La innovación surge de la mezcla, pero no del caos. Creamos currículos que desafiaban las convenciones pero mantenían la coherencia en el saber. El objetivo no era conseguir un título, sino aprender y más que aprender: cuestionar lo sabido y superarlo.
¿Ejemplos?
John Maynard Smith fue un ingeniero aeronáutico que revolucionó la biología y Jared Diamond revolucionó el conocimiento del hombre desde todas las disciplinas. La mezcla de culturas, ciencias y personas diversas es el detonante de la innovación.
Una nación, una lengua, una cultura.
Es una estupidez del Gobierno británico, que quiere obligar a los inmigrantes a aprender inglés. Démosles tiempo y libertad para preservar y transmitir su cultura a sus hijos y todos nos beneficiaremos de la mezcla.
¿Y la cohesión nacional?
El inmigrante de hoy es nuestro exportador e innovador británico del mañana. Los grandes países creadores y abiertos al mundo surgen de esas mezclas. Yo soy orgulloso hijo de un inmigrante irlandés y de una polaca. Y esa diversidad aún me estimula.
¿Crear es mezclar?
Precisamente. Es saber recomponer de forma nueva elementos de lo previo. De la nada no sale nada. Y la obsesión identitaria y purista acaba siendo sólo igual a sí misma. Es lo opuesto a innovar y progresar.
¿Cómo se aprende a innovar?
El gran maestro no explica lo que sabe, sino que enseña a saber más que él. Los maestros del Renacimiento tenían discípulos que no los imitaban, sino que los discutían y superaban cada uno con su propio estilo inimitable. El buen profesor logra que le discutan; no que le imiten.
¿Se atreve a hacer historia del futuro?
Me atrevo a equivocarme, pero sólo pronosticando sobre los 30 próximos años.
¡Adelante, profesor!
La gente sabrá cada vez más sobre menos cosas, porque el conocimiento seguirá especializándose. Internet acabará privatizado en su mejor parte y se pagará por ella.
¿Cómo lo sabe?
La tele, que al inventarse era libérrima y caótica, poco a poco fue regulándose, controlándose y, al fin, privatizándose.
O lloro o corro a invertir en Google.
Esa lógica sólo dejará sobrevivir a unos pocos grupos multimedia y universidades de referencia universal. El resto de la enseñanza será virtual. Y las ciudades -excepto unos núcleos de excelencia presencial- ya no serán necesarias en un mundo unido en red en lo virtual pero disperso en el inmenso suburbio real.
LLuis Amiguet, "Cada vez la gente sabe más sobre menos cosas", antrevista con Peter Burke, Contraportada, La Vanguardia, 08/02/2013
Comentaris