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| Holderlin |
Nos preguntarnos con
Hölderlin, “
¿para qué poetas en tiempos de penuria?”. También a fin de atender
arriesgadamente a
lo que hay que decir.
Resulta pertinente planteárnoslo, dado que apunta a la necesidad de incidir en
la libertad de dar sentido. Y de hacerlo con un decir adecuado. Más
singularmente, cuando situamos los desafíos a la altura de nuestras propias
palabras, y no al contrario, los descuidos no se reducen al abandono de la
necesaria corrección. La pérdida de la dimensión poética del decir hace del
lenguaje algo
ramplón, y lo que es
más inquietante,
impotente para
promover, impulsar y recrear lo que hay. No es cuestión de perder la sencillez
de la palabra. Al contrario, se trata de que la palabra sencillamente se diga.
Y eso comporta toda
una tarea de
creación.
Ángel Gabilondo, Decir poético, El salto del Ángel, 15/02/2013
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