obsolescència humana
Objetos y personas son bienes de consumo, y como tales pierden su
utilidad una vez usados. La vida líquida conlleva una autocrítica y
autocensura constantes; se alimenta de la insatisfacción del yo consigo
mismo.
La felicidad ha
pasado de aspiración para todo el genero humano a deseo individual. Se
trata de una búsqueda impulsada por la insatisfacción en la que el
exceso de los bienes de consumo nunca será suficiente.
Hemos
trasplantado unos patrones de comportamiento creados para servir a las
relaciones entre cliente y producto, a otros órdenes del mundo. Tratamos
al mundo como si fuera un contenedor lleno de juguetes con los que
jugar a voluntad. Cuando nos aburrimos de ellos, los tiramos y
sustituimos por algo nuevo, y así ocurre con los juguetes inanimados y
con los animados.
... hoy una pareja
dura lo que dura la gratificación. Es lo mismo que cuando uno se compra
un teléfono móvil: no juras fidelidad a ese producto, si llega una
versión mejor al mercado, con más trastos, tiras lo viejo y te compras
lo nuevo.
Ima Sanchís, "Hoy nuestra única certeza es la incertidumbre", entrevista a Zigmunt Bauman, La Contra. La Vanguardia, 12/01/2012
http://www.lavanguardia.com/lacontra/20120112/54244283412/zygmunt-bauman-hoy-nuestra-unica-certeza-es-la-incertidumbre.html#.UR6ZHR-I10E.twitter
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