Primats que s'emborratxen.
Los ancestros del ser humano ya celebraban con alcohol. Charles
Darwin pensaba que el ser humano es el único animal que, a diferencia de
otros monos, después de beber brandy y agarrarse una
borrachera lo haría de nuevo. Aquí se equivocó, porque compartimos esa
afición por la intoxicación con otros primates y varios animales más.
La primera vez que los humanos consumieron alcohol, probablemente fue como lo hacen los animales, a través de frutas
que caen al suelo y fermentan por sí solas, produciendo un alcohol de
baja graduación. Puedes ver este tipo de "botellones" accidentales en la
sabana africana, donde varios animales se reúnen para consumir los
frutos del árbol de la marula a la vez. Las consecuencias del alcohol en
su organismo son muy parecidas a las que nosotros sufrimos: fallos en
la locomoción, caídas y finalmente somnolencia. Al día siguiente también
tienen resaca.
Pero hay otra manera de viajar
aún más hacia el pasado y descubrir las raíces de esta tendencia. Se
trata de comparar genes y comprobar cuándo se adaptaron nuestros cuerpos
para producir enzimas que metabolizan el etanol. Comparando a varios
mamíferos, la enzima en cuestión llamada ADH4, aparece con una mutación
genética hace 10 millones de años aproximadamente. El cambio sugiere que "en la dieta
de los primeros homínidos, se fue incrementando el consumo de alcohol
poco a poco", afirma el autor del estudio Matthew Carrigan. Esto
significa que fue justo en las primeras etapas de nuestra adaptación a
la vida en el suelo de la selva cuando se produce la transformación.
Pero para los Homo Sapiens nunca es suficiente y "una vez
que se familiarizaron con el efecto buscaron la intoxicación frecuente",
cree el arqueólogo Patrick McGovern, considerado el Indiana Jones de
las bebidas
alcohólicas. Otros autores apuestan por los usos medicinales del
alcohol, como antibiótico o como alimento para enriquecer sus dietas.
Aunque de manera probable grupos reducidos de cazadores-recolectores
lo habrían hecho a pequeña escala previamente, McGovern cree que la
innovación de beber bajo demanda ocurrió hace 10.000-9.000 años a.C. en
China, extendiéndose rápidamente hacia otros lugares de Asia y Europa.
Los restos más antiguos de bebida han sido encontrados en el fondo de
recipientes de barro y contenían en su composición un 10% de alcohol. Se
trata de una especie de hidromiel.
La manera en que se "destilaba" es muy interesante porque se practica
aún hoy en día en algunas zonas del planeta. Se trata de masticar los
frutos o granos de una planta para romper los almidones y así
convertirlos en azúcar. Luego los escupen a un recipiente y vuelta a empezar. Tras un periodo de reposo para que se produzca la fermentación, tienes la bebida lista.
Pero después de ese descubrimiento perdemos el rastro y las
siguientes evidencias nos llevan hasta el actual país de Irán hace 4.000
años aproximadamente, en las montañas de Zagros, donde ya se consumía
cerveza. Por la misma época surgen también pruebas de producción de
vinos en cuevas de Armenia.
Más recientes, hace poco menos de 2.000 años, en Mesopotamia,
elaboraron grabados sobre piedras que hacen referencia a jarras de
cerveza y la existencia de una aparente asociación del alcohol con
comportamientos inmorales. En los jeroglíficos y papiros egipcios
también se representa la bebida y algunas recomendaciones sobre uso. Por
ejemplo, el uso de pajitas hechas de barro para evitar que se colaran
insectos en la boca.
En conclusión, a veces tengo la misma impresión que tuvo Pablo
Picasso al ver los bisontes sobre los techos de la cueva de Altamira:
"Todo está inventado y lo de ahora parece decadente".
Pablo Herreros, El origen de las borracheras, Yo, mono, 27/12/2014
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