Els graus de la realitat.
El modelo ontológico piramidal, típico de los filósofos neoplátonicos
(árbol de Porfirio) es de uso
habitual precisamente porque aporta una jerarquía, lo cual es muy útil para la
afirmación y mantenimiento de un orden social. sin embargo, ese modelo
jerárquico-piramidal no es el único posible en la esfera de los valores, que es
muy distinta a la esfera del ser. El modelo basado en la racionalidad
axiológica acotada supone una alternativa, y a ella nos atendremos. Por tanto,
asumiremos que el valor «realidad» puede ser satisfecho por unos u otros
objetos, sucesos o relaciones en grados mayores o menores, pero también que hay
un límite a partir del cual dicho valor deviene un disvalor, precisamente
cuando algo es o parece «demasiado real» (y «demasiado irreal», o «demasiado
imaginario»). A los demás valores les ocurre lo mismo, sus grados de
satisfacción son limitados. Dicho de otra manera: nada es real (ni objetivo) al
100%. O también: no hay vértice en la pirámide de la realidad, de los mundos o
de la objetividad. Podríamos ir más lejos y decir: ni siquiera hay pirámide. la
racionalidad también es plural y atiende a varios modelos de racionalidad. El
modelo piramidal con vértice no tiene el monopolio de la racionalidad.
Conclusión: contrariamente a lo que podríamos denominar concepción heredada
en ontología, según la cual la diferencia entre lo real y lo irreal (o entre lo
objetivo y lo subjetivo) implica una dicotomía, afirmaremos que hay grados de
realidad (y de irrealidad, objetividad, y subjetividad) (pàgs. 92-95).
Javier Echeverría, Entre
cavernas. De Platón al cerebro, pasando por Internet, Triacastella, Madrid
2013
Comentaris