Els tres atributs d'un Cigne Negre.
Antes del descubrimiento de Australia, las personas del
Viejo Mundo estaban convencidas de que todos
los cisnes eran blancos, una creencia irrefutable pues parecía que las pruebas
empíricas las confirmaban en su totalidad. La visión del primer cisne negro
pudo ser una sorpresa interesante para unos pocos ornitólogos (y otras personas
con mucho interés por el color de las aves), pero la importancia de la historia
no radica aquí. Este hecho ilustra una grave limitación de nuestro aprendizaje
a partir de la observación o la experiencia, y la fragilidad de nuestro
conocimiento. Una sola observación puede invalidar una afirmación generalizada
derivada de milenios de visiones confirmatorias de millones de cisnes blancos.
Todo lo que se necesita es una sola (y, por lo que me dicen, fea) ave negra.
(pròleg, pàg. 23)
Lo que aquí llamamos un Cisne Negro (así, en mayúsculas)
es un suceso con los tres atributos que siguen.
Primero, es una rareza,
pues habita fuera del reino de las expectativas normales, porque nada del
pasado puede apuntar de forma convincente a su posibilidad. Segundo, produce un
impacto tremendo. Tercero, pese a su condición de rareza, la naturaleza humana
hace que inventemos explicaciones de su existencia después del hecho, con lo que se hace explicable y predecible.
Me detengo y resumo el terceto: rareza, impacto extremo y
predictibilidad retrospectiva (aunque no prospectiva). Una pequeña cantidad de
Cisnes Negros explica casi todo lo concerniente a nuestro mundo, desde el éxito
de las ideas y las religiones hasta la dinámica de los acontecimientos
históricos y los elementos de nuestra vida personal. Desde que abandonamos el
Pleistoceno, hace unos diez milenios, el efecto de los Cisnes Negros ha ido en
aumento. Empezó a incrementarse durante la Revolución industrial, a medida que
el mundo se hacía más complicado, mientras que los sucesos corrientes, aquellos
que estudiamos, de los que hablamos y que intentamos predecir por la lectura de
la prensa, se han hecho cada vez más intrascendentes. (pàgs. 23-24)
La idea del Cisne Negro se basa en la estructura de lo
aleatorio en la realidad empírica. (pàg. 36)
Nassim
Nicholas Taleb, El cisne negro. El impacto de lo
altamente improbable, Círculo de lectores, Barna 2008
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