500 anys amb 'El Príncep' de Maquiavel.
Es la obra de la literatura italiana más difundida en el mundo, de la
que más ediciones se han publicado, la que ha sido traducida a más
lenguas. Hablamos de De Principatibus como reza su título original en
latín clásico, más conocido en español como El Príncipe, el famoso
tratado de doctrina política escrito por Nicolás Maquiavelo en 1513 y que ahora, y aunque no los aparente, cumple 500 años.
.
El libro, que expone los métodos para mantener y conservar el poder,
revolucionó el pensamiento político en Europa hasta el punto de dar pie a
a un nombre (maquivaelismo) y a un adjetivo (maquiavélico) de uso
común. Aunque vaya por delante que la fama secular de cínico que
acompaña a Maquiavelo es falsa: fue un honrado ciudadano y a los poderosos les aconsejaba "huir de los aduladores".
Se sabe que Maquivelo, nacido en Florencia en 1469 y considerado junto con Leonardo Da Vinci el prototipo de hombre renacentista,
escribió El Príncipe en la segunda mitad de 1513, cuando tenía 44
años, pero poco más. De hecho el manuscrito original de la obra,
redactado en latín vulgar, es un misterio: nunca se ha dado con él. Y a
pesar de que se hicieron cientos de copias manuscritas del mismo (la
primera edición impresa no se realizó hasta 1532,cuando Maquiavelo
llevaba cinco años muerto) sólo 19 de esos códices han llegado hasta
nuestros días.
Maquiavelo, que ejerció como diplomático y funcionario público, comenzó a escribir El Príncipe mientras se encontraba exiliado en Sant'Andrea en Percussina,
en la localidad florentina de San Casciano Val de Pesa, en la que se
confinó tras el regreso en 1512 a Florencia de los Medici. Se retiró
allí tras ser encarcelado y condenado a pagar una fuerte suma de dinero
por haber participado en la conjura contra los Medici liderada por Pier Paolo Boscoli.
La primera mención a El Príncipe se encuentra en una carta escrita
por Maquiavelo desde Sant'Andrea en Percussina a su amigo Francesco
Vettori, embajador de la República de Florencia ante la corte pontificia
del Papa León X, en la que le cuenta detalles sobre su vida en el
exilio. Maquiavelo, en una carta fechada el 10 de diciembre de 1513, le
comenta lo dura que es la vida en el campo, le habla de sus de sus
estudios y le revela que ha escrito "un opúsculo" titulado De
Principatibus.
"Avanzada la tarde, vuelvo a casa y entro en mi despacho. Y en el umbral me despojo de mis vestidos cotidianos, llenos de fango y lodo, y me visto con ropas nobles y curiales.
Entonces, dignamente ataviado, entro en las cortes de los hombres
antiguos, donde, amablemente recibido por ellos, me deleito con ese
alimento que es sólo para mí, y para el que yo nací. Y no me avergüenzo
de hablar con ellos, y de preguntarles por las razones de sus acciones. Y
ellos, por su humanidad, me responden. Y durante cuatro horas no siento
ningún aburrimiento, me olvido de toda ambición, no temo la pobreza, no
me da miedo la muerte: me transfiero enteramente donde están ellos. Y
como Dante dice que no hay saber si no se guarda lo que se ha
comprendido, yo he anotado lo que he sacado con su conversación, y he
compuesto un opúsculo, De Principatibus, en el que profundizo cuanto
puedo en las dificultades de esta materia; razonando sobre qué es un
principado, de cuántos tipos hay, cómo se adquieren, cómo se mantienen,
por qué se pierden", dice Maquiavelo en la que está considerada como una
de las cartas más importantes de la literatura italiana.
En la misiva Maquiavelo también le cuenta a su amigo Francesco
Bettori su deseo de dedicar El Príncipe a Julio de Medici. Pero tras
la muerte de este en 1516, finalmente optó por dedicársela a Lorenzo de
Medici. En cualquier caso la intención de Maquiavelo era clara: esperaba que el libro le permitiera hacer las paces con los Medici
y que éstos le permitieran volver a ejercer el cargo de Secretario de
la República de Florencia. El truco no funcionó. Y eso que El Príncipe
consta de 26 capítulos, el último de los cuales consiste en un
llamamiento de Maquiavelo a los Medici para que acepten las tesis que
expresa en el texto.
Por lo demás, contar que El Príncipe siempre ha estado incluido en el índice de libros prohibidos de la Inquisición.
Su principal 'pecado': desmontaba las teorías cristianas de San Agustín
y Santo Tomás de Aquino que unían política y ética. Para Maquiavelo, el
príncipe debe de parecer magnánimo, virtuosos, honesto, religioso,
ético... Pero sólo parecerlo. En realidad, afirma, los deberes y
obligaciones de un príncipe le impiden poseer ninguna de esas
características.
Eso ha hecho que, en el imaginario colectivo, El Príncipe de
Maquiavelo encarne el ansia de conquistar el poder a cualquier precio,
convirtiéndose en el manual por antonomasia del tirano. De hecho, la
leyenda cuenta que era el único libro siempre presente sobre la mesa del
despacho de Stalin.
En Italia ya han comenzado las celebraciones del 500
aniversario de El Príncipe. Se editan ediciones comentadas del libro,
manuales de análisis, algunas cadenas de radio y periódicos ya están
caldeando el ambiente con artículos y programas especiales... Los
pasados 24 y 25 de Enero, por ejemplo, tuvo lugar en Roma un convenio
que reunió a los principales historiadores, académicos y expertos
mundiales en Maquiavelo y su Príncipe. Y en abril se inaugurará una
exposición en el Vittoriano de Roma dedicada a festejar los 500 años del
libro, y que incluirá cientos de ediciones históricas y modernas de ese
texto, importantes obras de arte relacionadas con él, juegos de rol,
videojuegos y tebeos.
Irene Hernández Velasco, Quinientos años manipulando los hilos del poder, El Mundo, 03/02/2013
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/02/02/cultura/1359835129.html
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/02/02/cultura/1359835129.html
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