Tolerància repressiva.
Parece obvio que las especulaciones freudoheideggerianomarxistas sobre el eros y la civilización ya no despiertan las pasiones que despertaban cuando Marcuse se convirtió, a la sombra de Mayo del 68, en un superventas y una celebridad de fama mundial. Pero la doctrina sobre la “(in)tolerancia liberadora” que lanzó en su ensayo La tolerancia represiva (1965) es, desde hace unos años, la ropa vintage predilecta del discurso de los movimientos que consideran una actividad virtuosa el impedimento de la libertad de expresión de quienes no piensan como es debido.
El objetivo de La tolerancia represiva era investigar la significación de la idea de tolerancia en las sociedades capitalistas del bienestar. La tesis de Marcuse era que el alto nivel de tolerancia de estas sociedades actuaba como un instrumento opresivo porque perpetuaba la alienación de quienes vivían en ellas. Y, frente a este tipo de tolerancia, el filósofo propugnaba la práctica de lo que, en lo que en un ejercicio de la famosa doble habla descrita por Orwell, denominaba tolerancia liberadora , que no sería neutral en relación a las distinciones entre la bondad y la maldad y la verdad y la mentira y que significaría, como él mismo dice, “la intolerancia hacia los movimientos de derechas”, entendiendo el adjetivo “derechas” en el sentido más amplio imaginable.
Josep Maria Ruiz Simon, La (in)tolerancia liberadora, La Vanguardia 10/03/2020
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