Quina por, Déu meu!



Hemos penetrado el núcleo del átomo y estamos hoy penetrando en el núcleo de la vida. Nos creíamos instalados en el asiento trasero de nuestra identidad cósmica o biológica y ahora resulta que nos encontramos en el volante. ¡Qué susto, Dios mío!

Xavier Rubert de Ventós, El azar y la moralidad, El País 07/05/1997

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