La importància del dubte en la ciència i en la política.
Lord Kelvin |
Pues bien: Las ideas hacen cambiar a las sociedades.Pero los
conceptos mentales no cambian al cambiar esas sociedades, y los gestores
sociales, desde los operarios de una fábrica, hasta el pináculo más
alto de la gestión, mantienen las ideas que correspondían al inicio del
cambio, sin asumir las del cambio final: En español, mantienen lo que
aprendieron de niños sin aceptar que hoy tienen que utilizar otras ideas
distintas de aquellas.
Voy a poner dos ejemplos, porque solo con ejemplos se entiende lo que
se lee. El primero es de la física. William Thomson, Lord Kelvin, fué
un físico precoz, un genio de la ciencia a los 16 años. Dominó toda la
física inglesa durante buena parte del siglo XIX. Se hizo rico con la
aplicación de la electricidad a las comunicaciones mediante el telégrafo
y los cables submarinos. Vivió de 1824 a 1907. Maxwell publicó sus
ecuaciones para el campo eléctrico en 1861, y se generalizó su uso en
1884, cuando Kelvin tenía 60 años. Kelvin no fué capaz de aceptarlas, de
cambiar sus esquemas mentales para reconocer que describían el campo
electromagnético lejos de las fuentes del mismo. No eran lo que había
aprendido de joven, no eran lo que había enseñado de adulto, y por lo
tanto no estaban bien. Kelvin quedó superado por la misma física que él
había desarrollado.
El segundo ejemplo es de sociología, de lo que está pasando estos
días en España, no porque me interese la sociología, ni mucho menos
porque tenga algún interés político, sino porque creo que es algo que
las personas tienen a mano, que lo viven y lo piensan, y que por tanto
lo pueden entender.
Hemos terminado una etapa social, (...), una etapa que empezamos en 1975 (y que viene de mucho más
lejos). Durante esa etapa han cambiado las condiciones en que se mueve
la sociedad, como cambió la física a lo largo de la vida de Kelvin. Pero
los esquemas, los modelos mentales de las personas, como los de Kelvin,
se mantienen en los años de la década de los 80: En aquella década se
empezó a desarrollar la Constitución Española de 1978, una constitución
que diluía los esquemas de vigilancia de unos poderes sobre otros (lo
que es la esencia de la democracia) y permitía a los alcaldes la
recalificación arbitraria de terrenos, lo que generó el modelo mental de
''compro un campo deportivo hoy, por 5 pesetas, y mañana lo vendo
por 100 pesetas como suelo urbano. Gano 95 sin dar palo al agua, y sin
producir riqueza''.
Si los especuladores podían ganar dinero sin mover un dedo, ¿por qué
no podía ganar dinero el alcalde? y si ganaba dinero el alcalde, ¿por
qué no el partido y todos los miembros del mismo?
Cuando ha cambiado la situación, cuando ya nadie compra solares
recalificados, las mentes no son capaces de rehacer sus modelo, y siguen
insistiendo en lo mismo que procesaban hace 30 años. La solución es
inmediata: Una ley que elimine la posibilidad de recalificación de
terrenos, salvo mediante agencias estatales con separación de poderes y
que se vigilen mutuamente.
La sociedad, cómo la física, cambia muy deprisa, pero los esquemas
mentales lo hacen lentamente. Necesitamos cambiarlos al mismo ritmo que
el cambio del mundo real. ¿Cómo hacer ésto?
El método para hacerlo es la duda sistemática, la herramienta básica
de la ciencia, que tantos científicos y casi todos los que no lo son,
olvidan una y otra vez.
Es preciso, en lenguaje de la física, preguntarse cada día: ¿Son
válidas la ley de Newton, la relatividad especial, las ecuaciones de
Maxwell, los postulados de la mecánica cuántica? En el lenguaje
sociológico, ¿Son válidas las estructuras de los partidos, su falta de
democracia interna, su feudalismo, las leyes de financiación?
Puesto que la educación en los colegios tarda en dar fruto 30 años, y
el problema es urgente, necesitamos educación directa: Que todos los
medios de comunicación introduzcan la duda sistemática en sus
publicaciones. La duda sistemática no destruye más que lo falso, y
mantiene con tranquildad lo verdadero: Si todas las mañanas me pregunto
si es válida la segunda ley de Newton y veo como cae al suelo una
tostada que se escapa de mis manos, me confirmo en su validez, pero
mantengo una duda razonable sobre ella. La duda no destruye nada de lo
cierto, pero elimina constantemente la porqueria mental que se deposita
constantemente en el pensamiento humano. Es el jabón que elimina la
suciedad sin estropear la ropa.
El método de ajuste a la realidad es el contrario al dogma religioso,
científico o filosófico. Es lo contrario de la certeza. El método de
ajuste a la realidad acepta la incertidumbre, y la abraza, y avanza sin
seguridad global, pero seguro de cada paso que da.
Se puede hacer. Es lo único que podemos hacer.
Antonio Ruiz Elvira, Científicos y políticos ante el problema mental, Clima, 04/02/2013
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