Vida finita.
“Pero tampoco olvides que la
muerte/ no es más que un atributo de la vida”, nos exhorta la poeta Francisca Aguirre (en el “Telar” de su
Ítaca)… Amigos, amigas, la vida hemos de considerarla desde el prisma de la
muerte. Eso no significa ninguna concesión a lo tanático, ninguna complacencia
con la muerte. Significa que hemos de asumir radicalmente nuestra finitud,
nuestra dependencia –interdependencia y ecodependencia–, nuestra
vulnerabilidad, nuestro desamparo. La vida, desde la perspectiva de la muerte: para
ser capaces de dimensionar adecuadamente lo humano –sin desconocer nunca su
carácter trágico. Pues “al fin y al cabo” –sentenció el poeta Félix Grande, esposo de la poeta Aguirre— “tenemos una vida como una
abreviatura”.
Jorge Riechmann, la muerte como atributo de la vida,
tratar de comprender, tratar de ayudar, 06/02/2014
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