Els primatòlegs estudien el cas "Barcenas".

Cuando yo estaba a cargo de los panes, mi señor Amón me enriqueció...." Estas palabras aparecen grabadas en una estatuilla del Museo de El Cairo y pertenecen al marido de la hija del sumo sacerdote Amón Iuput, recogidas por José Lull en un capítulo del libro 'Antiguo Egipto'. La sincera declaración del personaje es una buena evidencia de que la corrupción política es un hecho que acompaña al ser humano desde tiempos inmemoriales, mucho antes de que Luis Bárcenas apareciera en escena.

¿Pero cuál es la esencia de los comportamientos de fraude cometidos por los seres humanos en el siglo XXI desde un punto de vista evolutivo? El engaño, el robo, el chantaje y la manipulación son los denominadores comunes. Estas son estrategias que también utilizan algunos primates.

El engaño táctico es la capacidad de usar un comportamiento normal en un contexto diferente al esperado para engañar a otros individuos. Lo que popularmente denominamos 'despistar' o 'hacerse el sueco'. Se trata de una estrategia muy evolucionada que sólo encontramos en contadas especies de primates.

Bárcenas, por ejemplo, evitaba ser visto en público con banqueros suizos a los cuales citaba en casas de amigos. Además decía no saber nada del caso Gürtel y se declaraba inocente, llegando a querellarse contra aquellos que le acusaban.

Los primates se engañan unos a otros y también roban cuando no son vistos. Por ejemplo, si no permites a un chimpancé que coma unas frutas que están a tu lado, cuando estés distraído mirando hacia otro lado, el chimpancé te robará. Es decir, estos grandes simios se hacen una idea mental de lo que estás viendo y lo que no.


Vídeo 1: Engaño en chimpancés

En unos experimentos llevados a cabo por Tetsuro Matsuzawa, un investigador permitía observar cada mañana a un chimpancé dónde escondía un plátano (testigo). A su vez, otro chimpancé (testigo del testigo) podía observar al testigo presenciarlo. Debido a que este último era el individuo dominante, cuando liberaban a ambos, el testigo que conocía la ubicación del plátano se 'hacía el loco' para no dar pistas.

Es más, solía mirar en otro lugar a propósito pare despistar y corría rápidamente hasta el lugar correcto para hacerse con la comida. Esta capacidad de manipular los pensamientos de otros es un gran logro evolutivo en la historia evolutiva de los primates.

Los presuntos regalos que hacía Bárcenas debieron comprometer cada vez más a los destinatarios. Aquellos que supuestamente fueron beneficiados por este método de los sobres obtenían una deuda de la que no podían escapar. Probablemente ésta es la razón por la cual el ex-tesorero del PP ascendió rápidamente en la jerarquía del partido y siempre ha sido muy bien tratado por la cúpula del mismo.

Antes de aceptar dichos sobres, los receptores deberían haber echado un vistazo al poder simbólico que los regalos tienen para muchas sociedades preindustriales. En las fiestas denominadas Potlach, que celebran los indios de la costa del pacífico americano, se intercambian regalos.

Aunque este ritual tiene muchas funciones sociales, algo que sucedía con mucha frecuencia era que los miembros más poderosos regalaban de manera exagerada para humillar y generar en los receptores deudas vitalicias. En un estudio sobre el comportamiento económico de culturas de todo el mundo, éstas fueron las únicas sociedades que no aceptaban regalos.

También el chantaje tiene analogías en otras especies del Reino Animal. En ocasiones, cuando un primate quiere forzar a otro a hacer algo, le presiona a través de la alianza que mantiene con otro individuo de poder. Siguen la estrategia clásica de "mis enemigos también lo son de mis amigos". Otro truco frecuente es
"raptar" a una cría durante unos minutos para atraer la atención de sus familiares hacia donde él desea.


Vídeo 2: Sentido de la justicia en chimpancés

Por otro lado, los primates sabemos distinguir perfectamente un robo de una "donación". En unas pruebas realizadas con chimpancés, se le daba una bandeja que contenía alimento a un sujeto A. Pero el experimento tenía algunas peculiaridades. La bandeja estaba fijada a unos carriles y estaba atada por unas cuerdas, cuyos extremos iban a jaulas diferentes. Desde la adyacente, un sujeto B podía tirar de ella y quedarse con toda la comida. El sujeto A contaba con una palanca que le permitía abortar la operación, arrojando toda la comida al suelo si la situación no era de su agrado.

Cuando el investigador proporcionaba la bandeja a A, lo que normalmente ocurría es que B tiraba de la cuerda y le robaba la comida. A se enfadaba y accionaba el mecanismo que dejaba caer la recompensa al suelo. Por el contrario, cuando desde el inicio, el investigador proporcionaba la bandeja a B, es decir, se la "donaba", A se controlaba y no accionaba la palanca. La conclusión es que el sujeto A parecía entender la diferencia entre el hurto y una situación justa o de "donación".

Han pasado varios millones de años y la pregunta sigue siendo la misma: ¿el poder corrompe? Muchos politólogos creen que la corrupción es inherente al sistema y puede que esto sea cierto a la vista de las investigaciones con primates, pero no debemos olvidar que la estrecha vigilancia por el resto del grupo también lo es.

Desde el punto de vista evolutivo del orden de los primates al que pertenecemos, debemos recordar que tan natural es el engaño como la indignación ante tales actos.

Pablo Herreros, Corrupción en la selva, Yo mono, 09/02/2013

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