Què és allò físic?
En la segunda vertiente del proceso descrito en la penúltima columna
(interiorización de la necesidad natural que complemente la
interiorización de la ley social) reside el origen del interés
teorético por la naturaleza. Interés que, como ya he señalado en
varias ocasiones, ha de ser considerado como un universal
antropológico, es decir, algo que concierne a toda sociedad humana,
tal como pone de manifiesto la insatisfacción cognoscitiva en las
interrogaciones infantiles.
Con algo de fortuna, es decir, si las condiciones sociales lo posibilitan y con independencia de la educación escolar (incluso pese a ella) la interrogación se reitera, socializándose y adoptando formas más precisas. Se empieza por intentar superar la insatisfacción cognoscitiva concomitante a este interés haciendo descripciones detalladas de lo que se observa, y tras ello se busca en la diversidad de lo así descrito rasgos invariantes o elementales, rasgos mínimos que quepa erigir en criterio para situar una frontera entre lo que puede o no ser designado como físico o natural ( es decir algo respecto a su ser es pertinente usar la palabra physis).
Así (ejemplo no aleatorio) Aristóteles sitúa a las entidades físicas entre aquellas que son "susceptibles de hallarse en movimiento o de hallarse en reposo", cosa que no ocurre por ejemplo con la superficie de una mesa o un atributo numérico de la misma. Baste con apercibirse de que podemos desplazar una mesa o inmovilizar determinada partícula, pero no podemos desplazar la superficie de la silla, ni desde luego detener la raíz cuadrada de dicha partícula. No podemos desplazar la superficie de la silla porque se trata de una entidad geométrica, o sea matemática, como entidad matemática es "raíz cuadrada de dos", lo cual nos da un criterio para distinguir los objetos matemáticos de las cosas físicas. Criterio no suficiente para determinar lo que es matemático, pues hay otras cosas que juegan un papel importante en la configuración del mundo que tampoco son susceptibles de movimiento o reposo, pero que carecen de los rasgos propios de las entidades matemáticas: aquello por ejemplo (no homologable por otros) a lo que remiten ciertas realidades físicas cuya materia es erigida en pretexto para la erección de otra cosa que nada tiene que ver con la física. Así el significado lingüístico para el que sirve de pretexto físico esa realidad física que es la articulación sonora. Cosas no físicas sin cuya emergencia simplemente no se habría dado ese animal singular que es el hombre.
Víctor Gómez Pin, Asuntos metafísicos 14, El Boomeran(g), 03/10/2013
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