Abús de poder i democràcia.




El mal es el abuso de poder. Y el abuso de poder está en actos tan dispares como maltratar a la mujer, tiranizar a los empleados, estafar a los demás o usar un cargo público en beneficio propio. La democracia es un invento frágil que tiene entre sus principales funciones combatir el abuso de poder en el ámbito de lo público. Por eso contempla la posibilidad de cambiar los gobiernos de forma incruenta por sufragio universal, la separación de poderes en busca de contrapesos para controlar mejor a los gobernantes y, sobre todo, la libertad de expresión para garantizar que nada ni nadie quede fuera de la crítica. La corrupción política es un hecho tan viejo como el poder político. Hay regímenes que son corruptos en sí mismos: como cualquier forma de dictadura en que el abuso de poder es la norma. En la democracia, la corrupción está expuesta a diversos mecanismos de control: las leyes, la justicia, la opinión pública. La corrupción es más visible.

Josep Ramoneda, Hechos, no palabras, El País, 10/11/2009

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