Aforismos en tiempos de pandemia.
Me alegra pensar que cuando superemos esto las desigualdades no serán las mismas.
España, país de panderemia
Las piscinas están cerradas. Nada como en casa.
Gracias a la virología he llegado a entender el concepto de perímetro
He leído en la prensa deportiva que Zidane habla de Descartes, pero de Descartes para la temporada que viene.
Arrastro conmigo el mundo y sus palabras.
Salir del laberinto puede ser mi perdición
Rendirse, ¿cuenta?
Jugadores de fútbol heridos de ERTE.
La máquina del aburrimiento es el mejor dispositivo para reclutar palabras que describan la nada.
Padres, controlar vuestras palabras: "Niños, como no os portéis bien os enviaré a paseo"
No estábamos preparados para esto, pero ¿existe una algo que nos prepare para lo incierto?
"Filósofos de paseo", un libro imprescindible para este momento de confinamiento
Actualmente el "yo no soy de ciencias, pero..." suena igual que el "yo no soy racista, pero..."
El coronavirus demuestra que nuestra mente va a remolque de la realidad. A eso se le llama retraso mental.
Con el confinamiento las guerras culturales se han convertido en guerras de pijamas
Cuando alguien me dice que este es el mejor de los escenarios posibles enseguida se me quita la vocación de actor
Confieso que me he movido
El confinamiento limita mi lenguaje, es decir, mi mundo
Lo que existe más allá de la ventana se puede mostrar pero no decir
Qué fácil sería transformar el mundo con solo salir a la calle
¿Realmente es incompatible el oxi con el moron?
Despreciar el arte está muy feo
Creo que no soy una buena influencia para mi mismo, deberían de desconfinarme
Lo peor del confinamiento sería estar encerrado en un apartamento turístico
¿Por qué tengo que saber lo que vale un peine?
¿Salir de esta? Cuando nos dejen salir, ¿no?
Lo extraordinario llama a la puerta y enseguida huye cuando se le confunde con lo excepcional.
Lo excepcional está recaudando méritos para convertirse en la nueva normalidad.
Aunque con un poco de retraso me he dado cuenta de lo que significa la crisis de los cuarenta.
Cuando el tiempo se abre y el espacio se cierra, nuestra capacidad de soportarnos a nosotros mismos se pone a prueba.
Debemos hacer mucho ejercicio durante estos días, pero especialmente uno: el levantamiento de la moral.
España, país de panderemia
Las piscinas están cerradas. Nada como en casa.
Gracias a la virología he llegado a entender el concepto de perímetro
He leído en la prensa deportiva que Zidane habla de Descartes, pero de Descartes para la temporada que viene.
Arrastro conmigo el mundo y sus palabras.
Salir del laberinto puede ser mi perdición
Rendirse, ¿cuenta?
Jugadores de fútbol heridos de ERTE.
La máquina del aburrimiento es el mejor dispositivo para reclutar palabras que describan la nada.
Padres, controlar vuestras palabras: "Niños, como no os portéis bien os enviaré a paseo"
No estábamos preparados para esto, pero ¿existe una algo que nos prepare para lo incierto?
"Filósofos de paseo", un libro imprescindible para este momento de confinamiento
Actualmente el "yo no soy de ciencias, pero..." suena igual que el "yo no soy racista, pero..."
El coronavirus demuestra que nuestra mente va a remolque de la realidad. A eso se le llama retraso mental.
Con el confinamiento las guerras culturales se han convertido en guerras de pijamas
Cuando alguien me dice que este es el mejor de los escenarios posibles enseguida se me quita la vocación de actor
Confieso que me he movido
El confinamiento limita mi lenguaje, es decir, mi mundo
Lo que existe más allá de la ventana se puede mostrar pero no decir
Qué fácil sería transformar el mundo con solo salir a la calle
¿Realmente es incompatible el oxi con el moron?
Despreciar el arte está muy feo
Creo que no soy una buena influencia para mi mismo, deberían de desconfinarme
Lo peor del confinamiento sería estar encerrado en un apartamento turístico
¿Por qué tengo que saber lo que vale un peine?
¿Salir de esta? Cuando nos dejen salir, ¿no?
Lo extraordinario llama a la puerta y enseguida huye cuando se le confunde con lo excepcional.
Lo excepcional está recaudando méritos para convertirse en la nueva normalidad.
Aunque con un poco de retraso me he dado cuenta de lo que significa la crisis de los cuarenta.
Cuando el tiempo se abre y el espacio se cierra, nuestra capacidad de soportarnos a nosotros mismos se pone a prueba.
Debemos hacer mucho ejercicio durante estos días, pero especialmente uno: el levantamiento de la moral.
Manel Villar
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