153: María Antonia González Valerio y Rosaura Martínez Ruiz, Covid-19: crítica en tiempos enfermos






Hay posiciones filosóficas, por ejemplo y escandalosamente la de Giorgio Agamben, que han escrito desde una arrogancia epistémica irresponsable.El exceso de credibilidad que sus discursos tienen produce como efecto la invisibilización y el menosprecio del sufrimiento de muchos otros para los que el distanciamiento social ha sido o será imposible y que, en consecuencia, viven el terror de enfermar o de que enferme alguien querido. Es corto de miras y eurocéntrico juzgar que el encierro que se vive en España, Italia o Francia es solo por coerción del Estado, sin siquiera hacer el ejercicio de imaginación de que en otras latitudes, por ejemplo en México, esto ha sido el privilegio de unos cuantos. Las interpretaciones que la filosofía tiene que hacer han de ser más plurales, más sensatas y más respetuosas de las diferencias.

No es lo mismo pensar en tiempos de este coronavirus desde los países europeos con sus sistemas de salud, que se han visto rebasados y sus economías que anticipan una crisis, que desde los países latinoamericanos, con sistemas de salud que ya estaban de por sí saturados y desabastecidos, con economías para las que esta crisis será sumada a las otras.

Este virus nos ha mostrado de manera implacable que las fronteras no existen cuando se trata de transmisión de enfermedades; no obstante, habrá que preguntarnos si no será que para la comunicación de otros fenómenos los muros no son más que una alegoría de la política neoliberal e individualista. Muchos creen que lo que estamos viviendo es exclusivo de un periodo de anormalidad, cuando más bien estamos en un momento crítico de nuestra interdependencia biológica, política, ética y ontológica. En dichos términos, esta crisis no es más que un dispositivo que hace visible de manera dramática cómo nuestra vida depende y está sostenida por otras y por todos los otros seres vivos y formas de la naturaleza no viva (como el agua, el aire y las piedras). Esta crisis nos cierra el espacio para denegar la realidad y no nos da tregua para diferir el reconocer nuestra cualidad ontológica de interdependencia radical.

La pandemia nos desvela de manera fehaciente que el cuidado por el otro es el cuidado de sí, que es nuestro deber moral cuidar que todos los humanos del mundo tengan acceso a la salud (y esto hoy más que nunca debe entenderse no sólo como cobertura médica, sino también de vivienda segura y de los servicios básicos que permitan el aseo), a la educación, a un ingreso mínimo universal, a disfrutar de la naturaleza, a una vida digna de ser vivida.

En México, como en muchas partes del mundo, quienes estamos en casa no hemos optado por la superviviencia «biológica» renunciado a la vida social. Sabiéndolo o no, nuestro estar en casa ha sido un acto de radical socialización y tras una planeación diseñada para el bien público. Esta crisis sanitaria, económica y ética nos deja ver claramente que la vida nunca es desnuda, que nunca es fuera del espacio público ni se da al margen de lo político.

Pero esta pandemia, con todo lo que destruya y todo lo que revele y exponga, no será ninguna coyuntura para construir otro mundo posible ni para acabar con el patriarcado ni con el capitalismo ni con el neoliberalismo. Y las preguntas acerca del sentido y la bondad de la existencia que se lleguen a hacer quedarán diluidas apenas pase la urgencia. ¡Qué pobreza de espíritu si pensamos que esto nos hará ser mejores! Aunque esto no niega que la crisis aclare una agenda política de luchas y resistencias para las que tendremos que redoblar esfuerzos.

En sociedades donde vivimos crisis tras crisis, y sobrevivimos crisis tras crisis, sabemos que estas no son el umbral de tiempos mejores ni de renacimientos ni de aprendizajes profundos y transformadores. Es lamentable creer que la ocasión para cambiar algo es cuando tenemos el miedo subido hasta el cuello y cuando nuestra incapacidad para asumir la muerte nos hace evadir(nos) corriendo frenéticamente en busca de soluciones técnicas, farmacéuticas, hospitalarias, políticas, biológicas…
https://www.filco.es/covid-19-critica-en-tiempos-enfermos/?fbclid=IwAR0EkYbT4sJC9ox74jsut2Q0TcNKLRx9S7yjXJn5Vj82C3gGNkWyRLWKFPY

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