La lluita contra la desigualtat com a prioritat.


¿Por qué si la desigualdad es un disolvente tan poderoso de una sociedad liberal decente y de una economía de mercado progresista no tiene prioridad en las políticas de los gobiernos? Posiblemente porque la lucha contra la desigualdad requiere innovaciones conceptuales que aún no se han producido. Es decir, nuevos marcos mentales con los que pensar las causas, consecuencias y remedios. Un ejemplo es la relación entre eficiencia y equidad. Lo que a mí me enseñaron en las aulas, y después yo enseñé a mis alumnos, era que toda sociedad que quiere mejorar la equidad social se enfrenta a un dilema. Dado que suponíamos que la causalidad era inversa, si se quería aumentar la equidad se tenía que estar dispuesto a aceptar el coste de disminuir la eficiencia de la economía. Ese dilema era trágico. Pero los nuevos datos y análisis muestran que en realidad la relación es la contraria: un aumento prudente de la equidad mejora la eficiencia de la economía y hace más sostenible y sano el crecimiento. De acuerdo con esta nueva evidencia, la conclusión para las políticas es que a la hora de buscar remedios a la desigualdad es mejor redistribuir que endeudarse.

Antón Costas, Contra la desigualdad por tierra, mar y aire, Negocios. El País 08/06/2018

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