Ètica o Religió.
Sócrates colocó en medio de cualquier investigación sobre las dos materias (ètica y religión), un dilema que no ha sido superado por el tiempo. Y que arruina todo intento de justificar o fundamentar nuestras acciones morales apoyándose en algún ser superior a nosotros. Dicho dilema, en traducción fiel a lo escribe Platón en su diálogo de juventud Eutifron, es el siguiente. Quieren los dioses que se haga algo porque es bueno o es bueno porque lo quieren los dioses. El pobre Eutifron no sabe responder y vuelve derrotado a casa. Y es que si dios o los dioses quieren que se haga algo porque es bueno, el bien se sitúa por encima de él o de ellos. Y si, por el contrario, algo es bueno por puro deseo divino, mande lo que mande, se convertirá en bueno. El capricho o arbitrariedad divinas podrían dar por resultado que el torturar, por ejemplo, a un bebe por placer sea, sin más, una buena acción, lo cual es absurdo. Teólogos y filósofos cristianos se han roto la cabeza intentando esquivar el dilema. No lo han conseguido. Y no creo que lo consigan nunca. Al final les queda el recurso de la fe y que sean escuchados por aquellos que comparten la misma fe. Pero entonces poco o nada tienen que decir a los que no participen de la fe en cuestión. En una sociedad laica y en donde somos los individuos los que organizamos la convivencia, y no ser o seres superiores, la fe no es argumento alguno.
Javier Sádaba, Ética y Religión, Público 16/06/2018
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