Sense cedir al desig de sotmetre's i de dominar.
¿Cómo situarnos fuera de la perspectiva de dominación? En el mismo arranque de la Modernidad, el malogrado Etienne de la Boëtie sugirió las claves de una política de la amistad que, en vez de vincular aristotélicamente la filía con la felicidad, la insertaba en el campo de la libertad. Podemos dejar de traicionar a lo mejor de nosotros mismos; podemos esquivar la servidumbre voluntaria; podemos rechazar el esquema sadomasoquista de la dominación, esas cadenas jerárquicas donde soy dañado por el de arriba y me vengo de ello dañando al de abajo. En una sociedad libre los seres humanos, sin ceder al deseo de someterse y de dominar, podrían reconocer al otro como un semejante. Desde la amistad, pues –nos dice quien fue fiel amigo de Michel de Montaigne— “todos somos compañeros, y no puede caber en el entendimiento de nadie que la naturaleza haya puesto a alguien en servidumbre, habiéndonos puesto a todos en compañía”.
Jorge Riechmann, aprendamos alguna vez, aprendamos a obrar bien, tratar de comprender, tratar de ayudar, 21/11/3012
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