Cervell, perill i errors.
Estamos hablando de una exitosa estrategia de supervivencia en la naturaleza. Eso no evita, sin embargo, que para el humano moderno pueda tener consecuencias muy perjudiciales. La respuesta de lucha o huida implica numerosos procesos físicos reales y muy exigentes para nuestro organismo, cuyos efectos no se disipan de inmediato en el momento que la percepción de amenaza desaparece. La adrenalina tarda un rato en retirarse del torrente sanguíneo hasta recuperar sus niveles normales, por ejemplo. (…) Podemos soportar toda la tensión y la preparación previa requerida para una respuesta de lucha y huida para, acto seguido, darnos cuenta de que no hacía falta. Pero eso no impide que continuemos teniendo durante un buen rato los músculos tensos, el ritmo cardíaco acelerado, etcétera, y el hecho de que no demos salida a esa tensión arrancando a correr como desesperados o forcejeando enérgicamente con un intruso puede provocarnos calambres, agarrotamientos musculares, temblores y ot