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S'estan mostrant les entrades d'aquesta data: abril, 2013

Pedagogia thatcheriana i societat dual.

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  Inglaterra ha sido uno de los países más precoces en la creación de un sistema educativo equitativo. Desde 1870, la educación pasó de estar controlada por las iglesias a serlo por el estado, en una peculiar forma de distribución de competencias: combinación de poderes de las autoridades locales y las centrales. A partir de 1944, ya universalizada la educación primaria, se generalizó progresivamente la secundaria basada en la igualdad de oportunidades. Gobiernos conservadores y laboristas participaron en este proyecto de universalización de la educación en un sistema público. Precisamente, en 1970, fue el gobierno de E. Heath, del que era ministra de educación Margaret Thatcher, el que amplió la edad de escolarización obligatoria y gratuita hasta los 16 años. En 1976 se dio el último paso con un plan de unificación de la educación secundaria en una sola modalidad, la Comprehensive Schools , según el cual todos los escolares, hasta los 16 años, deberían cursar en los centros

Somnis endarrerits (El Cubri).

El que val la vida d'un turc.

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De niño, cada vez que tropezaba en un texto con la palabra “escrúpulos”, no sabía exactamente qué quería decir. En el diccionario aparecían los sinónimos “recelo”, “reparo” y “asco”, pero yo no acababa de aclararme, especialmente porque casi siempre se referían a ello en negativo. Una profesora me dijo que mi confusión era normal ya que los españoles habitualmente no usábamos los escrúpulos para nada, que comíamos de todo y que lo más probable es que ya naciéramos sin ellos. “¿Son como los testículos, señorita?” preguntaba yo, ingenuo de mí, ya que los testículos, tradicionalmente, también se empleaban casi siempre en negativo. “Más o menos” respondió ella. “Sólo que al revés”. Hoy en día sigo pensando que aquella peregrina aproximación filológica no iba tan desencaminada. Porque mira que hacen falta cojones (y ningún escrúpulo) para montar en el quinto coño esas monstruosas factorías de la miseria donde los jornaleros se desloman en sótanos sin luz por casi nada y lu

Tornar a pensar en la Revolució?

En la Historia se tuvo como románticas y voluptuosas a las épocas de decadencia. Después fueron exaltadas como puntos de inflexión puesto que en sus nidos se habían ido componiendo las fórmulas nuevas para vivir progresivamente, más confortablemente y más creadoramente. Pero ¿ahora? Esta decadencia sigue una trayectoria vertical que no permite el cuenco correspondiente a las incubadoras. Cae en picado, hacia el centro de un magma que, si Dios no lo impide, acabará quemándonos a todos y a todo. A la manera de un fuego purificador. Es bueno ser creyente para poderse contar esta historia sagrada. Pero justamente cuando menos fieles existen y el agnosticismo crece habría que hacer frente a la situación. ¿Hacer frente? La sensación es que las fórmulas de curación, los recurso a la clínica o a la política económica no son suficientes y puesto que prácticamente nada mejora ¿cómo no volver a pensar en la Revolución?  Vicente Verdú , Enfermedad crónica, El Boomeran(g), 29/04/2

La utopia de la indiferència.

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Michael Sandel Dice Michael Sandel en Lo que el dinero no puede comprar que “La era del triunfalismo del mercado ha coincidido con un tiempo en que el discurso público ha quedado en gran parte vaciado de sustancia moral y espiritual”. En realidad este vaciado ha sido consecuencia de la mercantilización general de la sociedad. Como explica el propio Sandel la naturaleza de las cosas cambia cuando las toca el dinero y convierte en mercancía lo que no estaba para ser comprado. En el tránsito de una economía de mercado a la sociedad de mercado, la política, que debía regir la sociedad y limitar los abusos de poder del dinero, ha quedado demediada. Y ha ido perdiendo el alma, sin otra sustancia que la que la economía le suministra. El gobernante se hace transparente: no ofrece nada porque no tiene nada que ofrecer. Hasta tal punto que el gobierno español, en un gesto sin precedentes, levanta acta pública de su fracaso. Nos presentamos con la promesa de reducir el paro,

La vida, els drets de les dones i la religió.

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  Beatriz C. es salvadoreña, tiene 22 años y está embarazada. De acuerdo con un dictamen realizado por 15 especialistas del Hospital Nacional de Maternidad de San Salvador, la paciente presenta “un parto prematuro previo y embarazo de alto riesgo con crisis lúpica, preeclampsia grave con crisis hipertensiva, con atonía uterina posparto (…), en estado de embarazo de aproximadamente 19 semanas de un feto con anencefalia [sin formación de cráneo y cerebro]”. En otras palabras, el bebé de Beatriz morirá con toda certeza poco después del parto, si es que llegase a ese punto. De continuar con la gestación, se disparan las posibilidades de que la madre también muera como consecuencia de las complicaciones de su propia enfermedad y las sobreimpuestas por el embarazo.  Para evitar que eso ocurra, Beatriz C. necesita interrumpir cuanto antes su embarazo. Pero las leyes salvadoreñas –cuyo Código Penal prohíbe el aborto bajo cualquier circunstancia- se lo impiden . Sus abogados han inte

La reflexió de Marx sobre l'essència dels diners i cosificació de la dona.

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 "¡Que diablo! ¡Claro que manos y pies, / Y cabeza y trasero son tuyos!/ Pero todo esto que yo tranquilamente gozo/¿es por eso menos mío?/ Si puedo ganar seis potros, /¿no son sus fuerzas mías? Los conduzco y soy todo un señor/ Como si tuviese veinticuatro patas" Citando estos textos del Fausto de Goethe en sus Manuscritos del 44 Marx quiere ilustrar literariamente su tesis sobre ese momento de la historia humana en el que para la subjetividad de cada hombre la relación entre la propia vida y los medios de vida, no es esencialmente distinta de la relación entre la propia vida existencia de otros hombres: "El dinero, en cuanto posee la propiedad de comprarlo todo, en cuanto posee la propiedad de apropiarse todos los objetos es, pues, el objeto por excelencia. La universalidad de su cualidad es la omnipotencia de su esencia; vale, pues, como ser omnipotente..., el dinero es el alcahuete entre la necesidad y el objeto, entre la vida y los medio

La batalla de les cireres. Una història d'amor.

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Günther Stern (más adelante adoptaría el pseudónimo de “Anders”) se declaró a la joven Hannah Arendt en un baile de máscaras. Fue en Berlín, en 1929. Él era doctor en filosofía desde 1924, y ella —también filósofa— preparaba su tesis doctoral sobre el amor en San Agustín. Como buen kantiano, Stern la “conquistó” formulando un pensamiento enigmático para los no iniciados, le dijo que “amar es el acto por el que convertimos algo a posteriori —a saber: ese otro al que conocemos  accidentalmente— en un a priori de nuestra propia vida”. Poco después se casaron por sorpresa en una ceremonia civil, sin la asistencia de padres ni invitados. Los dos estaban enamorados: él, de ella; ella, de su antiguo profesor Martin Heidegger .  Arendt no podía olvidar al célebre “filósofo del ser” que había sido su amante durante los años de estudio en Marburgo. Heidegger , el excéntrico que con su verbo embobaba a alumnos y alumnas, casado y con dos hijos, había dejado morir la relación

Les prediccions austerianes, la moral i la ciència.

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Los debates económicos rara vez terminan con un KO técnico. Pero el gran debate político de los últimos años entre los keynesianos, que abogan por mantener y, de hecho, aumentar el gasto público durante una depresión, y los austerianos, que exigen recortes inmediatos del gasto, se acerca a ello, al menos en el mundo de las ideas. En estos momentos, la postura austeriana ha caído por su propio peso; no solo es que sus predicciones sobre el mundo real fuesen completamente erróneas, sino que la investigación académica que se invocaba para respaldar esa postura ha resultado estar plagada de equivocaciones, omisiones y estadísticas dudosas. Aun así, sigue habiendo dos grandes preguntas. La primera: ¿cómo llegó la doctrina de la austeridad a ser tan influyente en un primer momento? Y la segunda: ¿cambiarán en algo las políticas ahora que las principales afirmaciones austerianas se han convertido en carnaza para los programas de humor de madrugada? Sobre la primera pre

La sociabilitat i la paraula escrita.

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Con la escritura las ideas son plasmadas sobre un soporte físico y, por lo tanto,  fosilizadas. Así permanecen para siempre y si son reproducidas o trascritas de manera periódica, pueden ser pensadas y repensadas, siendo pues una forma de socialización intergeneracional única. La tradición cultural está ya bien establecida en el Paleolítico superior con grabados, pinturas  e ideogramas, para luego ser reforzada, y en algunos casos sustituida o complementada, por la escritura en forma de  grabados en piedra o en madera, en pergaminos, sobre sustrato de plantas, de animales y de metales. Más tarde, tenemos documentos y libros en  los que se reflejan comportamientos, leyes, conductas, mitos y recuerdos, así como transacciones. Todo es cualitativo y en muchos casos cuantitativo. La sociabilidad codifica sus normas. Éstas emergen con fuerza organizadora y surgen, por ejemplo, las religiones, para poder explicar el poder de la naturaleza. Los humanos trasladamos l

Sobre el no res actual.

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El charloteo de los programas del corazón, la ansiedad contemporánea por la transparencia pública y privada, la demanda de documentales históricos, los periódicos llamados confidenciales, las tomas falsas, los tráileres de películas que no se hicieron, los making-ofs de las que se estrenaron y hasta la ferviente demanda por conocer quién hay y qué guardan los paraísos fiscales, constituyen parte de un mismo fenómeno a que nos impulsa necesariamente a saber lo que hay detrás. Durante mucho tiempo la humanidad convivió con la oscuridad del más allá y los secretos del reverso. Potencias ambas que aprovisionaban cumplidamente la fe: el creer en lo no visto. La fe tenía así por pasto la ignorancia y, en su entorno, el oscurantismo daba de comer a brujos, sacerdotes, visionarios y exorcistas. El mundo se hallaba encantado y el desencanto del mundo ha causado uno de los fenómenos más demoledores de su primera condición. Si no hay más allá, si no hay algo invisib

Què és percebre? 2

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La percepción es un síntoma de la finitud del hombre, de nuestra dependencia de un exterior desconocido. Percibimos desde lo más "atrasado" de nosotros mismos, con nuestra limitación constitutiva. Por eso una máquina tecnológicamente correcta no percibe nada... igual que una persona que está demasiado bien programada , muy segura de sí misma. Por el contrario, sólo el que está insatisfecho es sensible, tiene sed de nuevas experiencias. La apertura del deseo implica a la percepción, pues es observador quien no está del todo seguro. A la vez, el que es sensible es inestable, pues está abierto a las influencias externas. Tiene entonces que redoblar sus esfuerzos para mantener el equilibrio de su mente. Tal vez un "intelectual" es alguien que siente demasiado, que se siente amenazado por su extrema sensibilidad y por eso tiene que "armar" su cabeza. En cualquier caso, la sensibilidad da ese rasgo de tartamudez, de fragilidad, de torpeza, que les

El projecte reformador de Spinoza.

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Spinoza En las primeras líneas del Tratado de la reforma del entendimiento (en adelante TRE ), Spinoza nos alerta sobre el modo idóneo de alcanzar el sumo bien. Advierte que no sirve cualquier vía para conseguirlo. El autor se valdrá de su experiencia personal para confirmar su propuesta. Gran parte de la vida transcurre en medio de cosas “vanas y fútiles” ( Spinoza , 1988a: 75) que son consideradas por la mayoría de las personas como provechosas y dotadas de sentido y valor. Tocará en consecuencia desautorizar, a juicio del autor, dichas pretensiones propias del vulgo y, mirar sin reparo, que la procura de la verdad está más allá de toda placentera comodidad o de provecho encubierto. Que el mal y el bien no son un asunto de interés y menos de beneficio o perjuicio focalizado en un momento y lugar determinados. No son pocas  las veces en que los individuos se dejan guiar por disposiciones del ánimo para distinguir el bien del mal, lo cual resulta para Spinoza incierto y falto