La sociabilitat i la paraula escrita.
Con la escritura las ideas son plasmadas sobre un soporte físico y,
por lo tanto, fosilizadas. Así permanecen para siempre y si son
reproducidas o trascritas de manera periódica, pueden ser pensadas y
repensadas, siendo pues una forma de socialización intergeneracional
única.
La tradición cultural está ya bien establecida en el Paleolítico
superior con grabados, pinturas e ideogramas, para luego ser reforzada,
y en algunos casos sustituida o complementada, por la escritura en
forma de grabados en piedra o en madera, en pergaminos, sobre sustrato
de plantas, de animales y de metales. Más tarde, tenemos documentos y
libros en los que se reflejan comportamientos, leyes, conductas, mitos y
recuerdos, así como transacciones. Todo es cualitativo y en muchos
casos cuantitativo.
La sociabilidad codifica sus normas. Éstas emergen con fuerza
organizadora y surgen, por ejemplo, las religiones, para poder explicar
el poder de la naturaleza. Los humanos trasladamos lo que pensamos
diciendo qué lo dicen los dioses. De esta manera nos liberamos de
nuestro comportamiento y así justificamos que la coacción forma parte de
la cohesión igual que el premio.
La sociabilidad pasa al almacén de la palabra escrita con los
alfabetos. Irrumpe en el mundo social la posibilidad de construir con la
palabra todo lo que los humanos han construido desde su emergencia como
seres sociales. La palabra confiere al Homo sapiens la
posibilidad de almacenar el conocimiento y a la vez socializar sus
conductas y comportamientos tanto técnicos como culturales.
Los códigos se perfeccionan y evolucionan, se sistematizan y
constituyen la base de la memoria del sistema. Algunos controlan a éste
porque dominan la palabra hablada y escrita, y otros escuchan la palabra
que no pueden leer. La sociabilidad establece una frontera
intraespecífica entre los que saben y los que no saben, como siempre ha
ocurrido en la evolución de nuestro género.
La socialización como estrategia
Lo mismo pasó con las herramientas, el fuego, el arte, etc. La
socialización es una estrategia mayor y puede llevarse a cabo de manera
rápida o lenta, de manera consciente o inconsciente, puede ser utilizada
de manera positiva o de manera negativa, negando la posibilidad de
compartir entre miembros de la banda.
Aún no ha sido medido ni científicamente cuantificado cómo incrementa
la sociabilidad la escritura, pero si sabemos que ésta traspasa
sociedades y culturas para convertirse en un instrumento que hace pensar
y repensar la historia de los humanos de manera infinita.
Con ella podemos guardar la experiencia e interpretar la sociedad,
haciendo que todo este proceso sistematizado haga cambiar la naturaleza
humana. La sociabilidad gana como nunca, dado que ya es una apuesta
diacrónica. Alcanza todo el espacio tiempo: el pasado, el presente y
puede proyectarse en el futuro. Esto hace que nuestra singularidad tenga
todos los ingredientes para poder transformarnos en humanos
conscientes.
Eudald Carbonell, Evolución y sociabilidad (8), Sapiens, 27/04/2013
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