Marca Espanya.
Arrastrando la maleta por el aeropuerto de Bangkok vi que se había formado un
grupo de pasajeros ante una gran pantalla de televisión, que en ese momento
repetía a cámara lenta, una y otra vez con todo detalle, la escena macabra en la
que un toro le pegaba una cornada en la mandíbula a un matador y le sacaba el
cuerno por la boca. Entre aquellos espectadores había tailandeses, chinos,
indios, árabes, ejecutivos europeos y americanos, mujeres exóticas con niños en
brazos, pero no descubrí a ninguno que no contemplara con asombro, alucinación o
repugnancia aquel lance taurino acaecido en un coso de nuestro país. Sin duda
esta brutalidad formará parte también de la Marca España, como bien de interés
cultural, que el Gobierno del Partido Popular piensa promover ante el resto del
mundo. La pantalla estaba, a su vez, repleta de colores agrios, taleguillas
ensangrentadas, pencos con los ojos tapados que llevaban en andas al picador, en
medio de gritos no exentos de una gozosa congestión. Alguien preguntó en qué
lugar había sucedido este hecho infamante. Spain, contestó uno,
pronunciando esta palabra con cierto mohín de desprecio. Poco después, en el
mismo aeropuerto, la CNN abrió su espacio informativo con la noticia del aumento
ya catastrófico del número de parados en nuestro país y se demoró durante tres
minutos desmenuzando la inminente quiebra española con entrevistas a
estudiantes, camareros y jubilados. No pasa nada. La corrida nacional va a
continuar. En esta feria de San Isidro las puertas del matadero mudéjar de Las
Ventas se van a abrir de nuevo para que el pueblo se seque el alma al sol, lleno
de moscas, mientras en barrera de sombra la derecha castiza se peinará con los
dedos los caracolillos aceitosos lorailo-lailo del pescuezo. Al matador
que remate una gran faena con una sola estocada los capitalistas a sueldo lo
sacarán a hombros por la puerta grande a la calle, donde se está celebrando
ahora otra gran corrida feroz. En esta lidia de la crisis económica no hay más
alternativa: serás toro o torero. Si eres toro este Gobierno te humillará el
testuz dándote puntazos con la espada en el morro hasta que cuadres las patas y
se te abra bien la paletilla. Es el hueco que busca la derecha para meterte la
reforma hasta las entrañas.
Manuel Vicent, La marca, El País, 06/05/2012
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