L'Estat, braç armat dels mercats.
El Estado ha devenido en el brazo armado de los mercados, verdaderos
responsables políticos de la acción gubernamental. Vuéleme usted este quirófano,
le dicen al Gobierno, vuéleme esta residencia de ancianos, este hospital, esta
infraestructura. Póngame usted una bomba en la universidad, en este centro de
investigación, en aquel instituto de enseñanza media y en este conjunto de
guarderías públicas. Arranquen los tubos de la diálisis a este enfermo del riñón
y déjenlo morir, supriman el tratamiento a aquel enfermo de sida y abandónenlo a
su suerte, anulen o modifiquen las leyes relacionadas al dorso, que limitan
nuestras actividades. No olviden amnistiar periódicamente a nuestros
delincuentes económicos y dótennos de cuantos subterfugios legales sean precisos
para pagar menos impuestos que nuestros mayordomos. Pueden seguir montando sus
festejos electorales a condición de no olvidar quién manda. Fíjense en Zapatero,
cuya voluntad doblegamos en una sola noche. Entró en el zulo como un hombre de
izquierdas y unas horas después estaba modificando la Constitución y congelando
el sueldo de los pensionistas, como le habíamos pedido. En cuanto a Rajoy,
pobre, creía que por pertenecer a la derecha liberal iba a recibir un trato
privilegiado, y lo primero que hicimos fue hundirle la Bolsa y subirle la prima
de riesgo, para que aprendiera. En cuatro meses le hemos obligado a limpiarse
públicamente el culo con su programa electoral y acaba de comenzar el proceso de
nacionalización de las pérdidas sin abandonar por eso el de la privatización de
las ganancias (la socialización del sufrimiento, que decía ETA). El lunes pasado
lo mandamos a la radio para que se confesara dispuesto a incumplir cuanto había
prometido o pudiera prometer en el futuro. Y todo ello sin necesidad de ponernos
en huelga de hambre, como de Juana Chaos.
Juan José Millás, Chantajes, El País, 11/05/2012
Comentaris