Enemic del masclisme.



- "Una amiga del instituto ha dejado de salir conmigo y otras chicas de clase, desde que ha empezado a salir con su novio. ¿Qué podemos hacer? No sabemos qué pasa". 

- "Lo primero, hablad con ella y averiguad si verdaderamente el novio es el motivo porque el que no os veis, porque le haya prohibido veros, por ejemplo. Si es así, se trata de una actitud machista".

Esta es una de las llamadas típicas de las que atiende el Servicio de Atención y Apoyo contra el Machismo para jóvenes (SAAMA), que gestiona la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género. “Algunos jóvenes imponen a sus novias ciertas normas de control que enmascaran como pruebas de amor”, afirma Manuel Blasco, responsable del servicio. “Son conductas más simples de lo que pensamos: vigilar los mensajes de los móviles, dictar como tiene que vestir, a entender que los celos son normales.... Son comportamientos machistas”, sentencia.

Algunos (más que algunas) considerarán alarmista calificar de machista las conductas de las que habla Blasco. En su foro interno muchos pensarán que es normal que el chico quiera proteger a su novia de miradas intrusas a su escote, y espantarle a los moscones. El macho tiene que ser macho. Fuerte, protector, valiente… como en las películas. Y ellas se realizarán plenamente como personas –aunque gocen de éxito profesional- cuando los tengan a su lado (como en las películas). Eva López Reusch, responsable del programa para la prevención de violencia de género en jóvenes de la Federación de Mujeres Progresistas, asegura: “es alarmante”. Pero no por decir que tales comportamientos son machistas, sino porque aun persisten en el siglo XXI y contribuyen a perpetuar un modelo de sociedad injusto.

SAAMA presentó el pasado 17 de mayo un vídeo, El enemigo es el machismo, que ha publicado en Youtube para dar a conocer su servicio de apoyo telefónico y on line. En el mismo la palabra machismo escrita con piezas del juego Scrable –Apalabrados, ahora de moda en los móviles- aparece relacionada con otras como “maricón”, “puta”, “estrecha”, “cagao” o “princesita”. ¿Quién no ha escuchado en la adolescencia que las chicas con relaciones sexuales eran unas “tales”? A los jóvenes varones, sin embargo, se les premia por una vida sexual activa. Se entiende que tienen éxito con las mujeres. No hace falta remontarse muy atrás en el tiempo, solo hace unos días, los rumores de que Shakira había abandonado al futbolista Gerard Piqué, porque este le era infiel con la modelo israelí Bar Refaeli, desató en Twitter una cascada de mofas hacia ella, no tanto hacia él.

López Reusch ha visto estas situaciones en los institutos, durante dos años de investigación que dio lugar a un informe publicado en noviembre de 2011. “Una chica al final de un taller se me acercó y me pregunto: entonces, ¿es malo que mi novio me mire el móvil?”. El estudio revelaba que el 80% de jóvenes (el dato no está desagregado por sexo) cree que en una relación de pareja la chica tiene que complacer a su novio. “Tienen mucha confusión, saben lo que es políticamente correcto y rechazan la violencia de género, pero otra cosa es lo que hacen”, comenta la experta. Sobre todo, los chicos muestran resistencia a cambiar su actitud. “Se sienten atacados cuando se debate sobre estos temas, dicen que no es para tanto porque para ellos es una pérdida de privilegios”, explica. Para Blasco es tan importante que las féminas aprendan a distinguir actitudes machistas en sus compañeros, como que ellos las entiendan como tales, “pero no tienen referentes de un modelo alternativo al tradicional”, afirma.

Las películas, las series, la música, la publicidad, los medios en general, no ayudan a romper con esos estereotipos. “Mira Crepúsculo, con tanto éxito entre los adolescentes, él es un héroe, fuerte. ¡Y ella está dispuesta renunciar a su salud por él!”, dice López Reusch. Un adulto puede gestionar esta clase de mensajes, pero un joven no tiene suficiente capacidad crítica, según la investigadora. Blasco está de acuerdo con esta afirmación, por eso al otro lado del teléfono intenta aportar herramientas de juicio para que sepan que otro modelo de hombre es posible… y deseable. “Les indicamos dónde pueden encontrar material audiovisual, que entienden mejor, en el que se vean las consecuencias negativas de esas actitudes machistas”. El corto Doble Check de Paco Caballero es una de sus recomendaciones. En él la chica abandona al chico cuando éste empieza a controlarle los mensajes del móvil.

No se trata de que estos comportamientos machistas vayan a derivar en violencia de género, pero están relacionados, y los chavales no ven ese nexo. Más allá de evitar el salto del control a la bofetada, se trata de romper con la veneración de unos estereotipos que desequilibran las relaciones de pareja. “La igualdad no es solo la defensa de la mujer, sino de una sociedad más justa”, apunta López Reush. Para Blasco, “la igualdad también les beneficia a ellos: tendrán mejores noviazgos, disfrutarán más de la paternidad, sabrán pedir ayuda…”, y no por ello, argumenta Blasco, serán unos calzonazos, sino hombres… hombres.

Alejandra Agudo, El hombre... ¿macho?, Mujeres, 21/05/2012

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