Si només em quedés una hora de vida (en twits).
Si sólo me quedara una hora de vida habría que apartar las ilusiones, ir a lo esencial, pero ¿dónde está lo esencial?
Sabemos que el futuro se reduce de año en año, pero todavía nos queda la feliz ignorancia que nos permite seguir esperando
Con sólo una hora de vida, con apenas un porvenir de bolsillo, me dan ganas de luchar, todo antes que la inercia y el desanimo
Nuestra vida está llena de lagunas. Lo que nos salva es la voluntad de escribir una continuación, hacer que parezca coherente
Para continuar con nuestro folletín existencial, hay que dar por sentado que el tiempo sigue como una evidencia y una necesidad
La vida es como un latido, una sucesión breve entre dos lagunas, entre la nada y la nada
Para contemplar la vida, como se contempla el mar, habría que estar fuera, cosa que no podemos hacer, por tanto no vemos nada)
La vida como el latido es intervalo, separación y sucesión de separaciones. De esos latidos, depende lo que llamamos la felicidad
La felicidad no es un estado continuo, persistente, homogéneo y liso, eso no existe , salvo en un supuesto Paraíso
Eliminar de la vida todo lo negativo es una estupidez, es imposible separar las alegrías de las penas, nos vienen en un solo lote
¿Por qué el error más generalizado consiste en imaginar una felicidad completa, absoluta y perfecta?
Porque erróneamente creemos posible unificar la existencia, transformar lo múltiple en unidad, porque solo vemos con un ojo
Jamás he vivido teniendo en la conciencia una sola idea, mas bien un amasijo en el que chocan una multitud de sensaciones
A los filósofos les da lo mismo, no hay nada que hacer, han inventado el espíritu puro capaz de ocuparse de una sola cosa a la vez
Pocos pensadores en Occidente han señalado ese desmigajamiento móvil del sujeto, excepto Nietzsche
Es evidente, también, que estoy, en cierto sentido, unificado. Jamás, salvo en caso de delirio, confundimos lo real y lo soñado
Entonces, ¿quién muere? ¿la multiplicidad? ¿la cohesión que mantiene la coherencia de los flujos? No lo sé y nadie lo sabe
Más vale acabar con la obsesión de comprenderlo todo, es una convicción embarazosa de la cual sería útil deshacerse
El saber, como la felicidad, es necesariamente incompleto, está lleno de espacios en blanco, porque por naturaleza somos ignorantes
Nuestra cultura detesta la ignorancia, la cree maléfica, hasta el punto de que cuando algo es incognoscible, lo tapamos con creencias
No sé lo que se mantiene unido tras la muerte. Unos creen que existe una inmortalidad, otros que desaparecemos para siempre
Si sólo me quedara una hora de vida, haría lo único que más o menos he sabido hacer, escribiría apenas una hora, pero libre
Si sólo me quedara una hora de vida, escogería la escritura como estratagema contra la muerte
Yo ya me habría vuelto definitivamente inerte, y, sin embargo, estas frases que estoy componiendo permanecerían
Lo que escribo en este instante ya será pasado para mí en el momento siguiente, pero seguirá siendo presente, para otros, mañana
La escritura permite perennizar singularidades, hace eternos instantes, aunque no posean méritos especiales
Quiero grabar el instante para que un ojo, tal vez, se pose sobre él, mucho más tarde, mucho después, sin que yo lo sepa
El tiempo pasa, mientras las paradojas se enmarañan: pensar la muerte que es impensable, convencerme de la nada sin caer en el nihilismo
La filosofía podría muy bien ser hija de la ignorancia antes que amante del saber
Contra la arrogancia omnipresente de los sapientes, se trata de recordar que existen límites a nuestro saber
Habría que definir a los filósofos como los guardianes de la ignorancia
Los filósofos escépticos defienden que aunque por naturaleza seamos ignorantes, ello no debe servir de pretexto para desesperar
La única salida es renunciar a la ambición de conocer "la" verdad y experimentar la alegría que esa renuncia produce
El saber nos hace cometer tantos errores como la ignorancia
Hay que liquidar rápidamente el saber, porque el futuro se reduce y ya no permite fantasear con una ciencia por construir.
Decir que la razón puede bastar para todo es una locura más, pues la verdad engendra también pasiones que ciegan más que iluminan
El amor es ese enigma que lo invierte todo, es lo contrario de la duda, de la ignorancia, de la razón. Quien ama está en la evidencia
Del amor, los filósofos no han dicho nada interesante, no encierra argumentos, ni premisas ni deducciones, simplemente la evidencia
El amor hace hablar, sin duda, pero nunca de él, de él no hay nada que decir
El amor lo engloba todo, no selecciona. Me gustan tus ojos, pero no tu apéndice intestinal, ¿de dónde sacan esos límites absurdos?
El desvarío amoroso es nuestra única ancla, sin límites ni contornos. Si amas, ¿dejarás de amar por unas cuantas arrugas?
¡Gracias a la oscuridad, todo se ilumina! ¡Sed negativos!, de ello saldrá siempre alguna alegría
No son nuestras formas de ver las que divergen, en la propia realidad hay dos caras. Es por tanto necesario ejercitarse para ver doble
Hay que cultivar esa vista doble para tener de la vida y del mundo una visión exacta, en relieve
Esta tensión, no basta percibirla, hay que asumirla, soportarla, aprender a no prescindir de ella
Parece más sencillo convencerse de que el mundo es de una pieza, pero es más interesante y liberador conservar la tensión del mundo
Nada supera la tensión de los contrarios, pueden evolucionar, pero jamás uno disuelve el otro, la tensión persiste,es la realidad misma
En ausencia de referencias, existen a pesar de todo brújulas que indican dónde está la vida, la mejor, la más plena
Elegir la vida, siempre y en todas partes a pesar de la nada, la muerte próxima, con el amor y otras fuerzas más, es la única salida
Yo siempre aceptaría una segunda vida, una tercera, una cuarta, un número infinito de existencias, todas iguales a la que he vivido
Lo que nos ata a la existencia es un apetito, como decía Spinoza, un deseo interminable, capaz de casi todo para perdurar
Sin la tenacidad y la rabia de ese apetito originario, todo el mundo pondría fin a su vida al primer rasguño
Sin embargo, no es nuestra supervivencia lo que el apego a la vida elige de entrada, ese apego es también un apego a los demás
Sin ese apego a la vida, que es a la vez apego a los demás, no se entenderían los salvamentos, el socorro y la solidaridad
Los humanos inventan continuamente razones para vivir más elevadas: antes muerto que esclavo, antes muerto que vencido.
Unas razones para vivir pueden más que una supervivencia privada de ellas. ¿Hay que ver en esa exigencia el signo de la locura humana?
Ninguna idea merece morir por ella. Dar la vida por una causa, entonces, sería una prueba de enajenación
Sin embargo una vida así es apática, torva, gris. Se proclama más humana, pero a costa de la indiferencia y, sobre todo, de la indignidad
Los humanos son grandes por su locura, necesariamente insensatos, nadie puede negarlo, pero ese es su destino
La locura humana no tiene salida, es más: la propia razón es una de sus manifestaciones.
Creer que se puede vivir rigiéndose totalmente por la razón, que toda locura puede ser abolida, es otra insensatez
La razón es monótona, enseguida aburre, pero ¡la locura! ¡qué maravilla! jamás se queda sin recursos, inventiva, diversa
La razón es una, la sinrazón, infinita
Si los humanos tienen un punto en común es la capacidad de inventar mundos ficticios, de lograr vivir en ellos, de preferirlos a la realidad
Reivindico esa condición de animal insensato del hombre, porque es insuperable, contra todo esperanza, constituye su grandeza
Si sólo me quedara una hora de vida, dedicaría un instante a recordar que los humanos están locos
A causa de la deficiencia radical de nuestra capacidad de conocer, debemos imaginar, tapar nuestras vergüenzas con fantasías y utopías
Nadie escapa a esa absoluta necesidad de fantasear, inventar ficciones, elaborar mitos, máquinas de dar sentido
La humanidad siempre es joven, los humanos vivos acaban de nacer y la madurez no es acumulable, como los saberes científicos y técnicos
El problema de la muerte no radica en los hechos, sólo en lo que pensamos de ellos
Cada vez pensamos menos en la muerte, esa despreocupación nos hace perder de vista no la muerte, sino lo esencial de la vida
Cada uno de nosotros muere por primera y última vez
Me dan risa los filósofos, con ese proyecto viejo y absurdo de aprender a morir, como si fuera posible aprender algo que no se repite
La muerte no se aprende, lo único que se puede hacer es prepararse para guardar la compostura
Cada uno debe inventar, asumir en la bruma de la incertidumbre, el reino de lo imprevisible
Nadie cultiva ya el arte de salir de la muerte airoso, de bajar el telón como un héroe, morimos al azar, apartados, sin brillo ni lucha
Roger-Pol Droit, Si solo me quedara una hora de vida, Paidos Ibérica, Barna 2015
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