Exercicis espirituals i mística en la filosofia Antiga (Pierre Hadot).
Hacia 1968 intenté pensar de una manera más general lo que llamo el
fenómeno de la filosofía antigua; fenómeno justamente en el sentido no sólo de
fenómeno espiritual, sino también de fenómeno social, sociológico. Intenté
plantearme la pregunta: ¿qué es un filósofo?, ¿en qué consistían las escuelas
de filosofía? Así fui empujado a representarme que la filosofía no era una pura
teoría, sino que era un modo de vida. (66-67)
Hacia aquella época, de hecho, empecé a dar mucha importancia a la
existencia de ejercicios espirituales en la Antigüedad, es decir, a prácticas
que podían ser de orden físico, como el régimen alimenticio, o discursivo, como
el diálogo y la meditación, o intuitivo, como la contemplación, pero todas
ellas destinadas a operar una transformación en el sujeto que las practicaba.
(67)
Lo que me condujo finalmente, en 1977, a publicar el artículo preliminar en
el Annuaire de la Vè section que se titulaba Ejercicios espirituales. Aquel artículo estaba destinado
evidentemente a dar una muestra de lo que hacía en mi curso. Pero, al mismo
tiempo, tuve progresivamente la sensación de que en este artículo había
propuesto a aquellos que no pueden o no quieren vivir según un modo de vida
religioso la posibilidad de escoger un modo de vida puramente filosófico. (67)
Creemos que los ejercicios espirituales son de orden religioso porque hay
ejercicios espirituales cristianos. Pero precisamente los ejercicios
espirituales cristianos no aparecieron en el cristianismo más que a causa de la
voluntad del cristianismo (a partir del siglo II) de presentarse como una
filosofía a partir del modelo de vida que comporta ejercicios espirituales
tomados de la filosofía griega. Las religiones griegas y romanas, que no
implicaban un compromiso interior del individuo, sino que eran sobre todo
fenómenos sociales, ignoraban totalmente la noción de ejercicios espirituales.
Sin embargo, muchas religiones como el budismo o el taoísmo imponen a sus
adeptos un modo de vida filosófico que comporta ejercicios espirituales. De
este modo, puede haber ejercicios espirituales filosóficos y ejercicios
espirituales religiosos. (68)
Por mi parte, pienso –quizá me equivoque- que hay que emplear la palabra
“religión” para designar un fenómeno que comporta imágenes, personas, fiestas,
lugares consagrados a Dios o a los dioses. Lo que no existe en absoluto en la
filosofía. Se me dirá: pero entonces, ¿qué hay de la religión en espíritu y en
verdad, la religión liberada de los aspectos sociológicos y rituales y reducida
a un ejercicio de la presencia de Dios? Respondería: es el orden de la
sabiduría o de la filosofía.
También por esto considero que los fenómenos místicos, incluso si podemos
observarlos en diferentes religiones, no son específicamente religiosos. No
comportan estos aspectos sociales que he enumerado y se sitúan, por ejemplo en Plotino, en una perspectiva puramente
filosófica. Podemos observarlos en filósofos que son totalmente ateos, como Georges Bataille. (68-69)
Investigador, docente, filósofo
Pierre Hadot, La filosofía como forma de vida.
Conversaciones con Jeannie Carlier y Arnold I. Davidson, Alpha Decay, Barna
2009
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