Per un contracte social amb els absents.
Daniel Innerarity Lo que no entiendo es cómo no nos mandan a paseo las generaciones más jóvenes tras haber descubierto que nuestra burbuja inmobiliaria la vamos a pagar con su educación, eso me parece terrible. Nos pagamos la vivienda, nuestra vivienda, con su educación. Alguna vez lo he llamado la dictadura del nosotros o la consideración del futuro como el basurero del presente. Las basuras que generamos, las hipotecas que no podemos pagar, el exceso de riesgo, el consumo irresponsable… ¿Quién lo está pagando? Las generaciones futuras. El contrato social, tal como lo pensaban Hobbes o Rousseau , estaba pensado fundamentalmente para contratantes que vivían en el mismo tiempo, y una de las grandes revoluciones que tenemos que hacer es pensar cómo se hace un contrato con los ausentes, porque nuestros hijos todavía no pueden votar, pero tendríamos que pensar como si ellos votaran. Todavía no se manifiestan, no protestan dependiendo la edad que tengan, pero tendríamos qu...