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David Hume |
El filósofo escocés
David Hume (1711-1776), defensor de la Ilustración,
"empirista" y escéptico por antonomasia, fue un pensador de carácter alegre y
sereno, amante de la buena conversación, las artes y el conocimiento. Próximo a
morir escribió una breve pieza autobiográfica:
Mi vida, en la que
afirmaba: "Tengo el mismo ardor de siempre por el estudio y encuentro el mismo
placer en la compañía". Educado con rigidez calvinista, emprendió estudios de
derecho, pero nunca ejerció una profesión, pues sus ansias de saber lo indujeron
a consagrarse a la filosofía en libertad; algo que le permitió la fortuna
familiar y su propia austeridad. Nunca se casó ni tuvo hijos. En su juventud
viajó a Francia y, en la misma localidad en la que nació
Descartes, se recluyó
para componer su primera obra: el
Tratado de la naturaleza humana en tres
tomos; en él, al igual que
Newton hiciera con el universo,
Hume quiso establecer
las leyes determinantes del conocimiento humano y de nuestras creencias.
Descubrió que nuestros saberes deben cimentarse en los hechos y la experiencia.
Cuestionó las creencias humanas más arraigadas (¡hasta la de que supongamos que
el sol saldrá cada mañana!) por hallarlas mal fundamentadas en principios
inestables. La costumbre, el instinto, las intuiciones y hasta las emociones
suelen constituir las bases de lo que pensamos, más que la razón, que sale
malparada con la crítica escéptica de
Hume: la razón también inventa teorías que
explican el mundo, pero no por ello han de ser verdaderas. La magna obra inicial
se le resistió al gusto de sus contemporáneos, mas
Hume no se desanimó y
continuó publicando otros tratados filosóficos, así como una gran
Historia de
Inglaterra en varios tomos. Sin embargo, estas obras no le granjearon la
fama en vida, y
Hume tuvo más éxito entre sus contemporáneos con sus
Ensayos, una colección de escritos breves de carácter más liviano,
asequibles, amenos, y de magnífico estilo literario, muy claro y cortés.
Mostraban la cara más bondadosa e ingeniosa del pensamiento de andar por casa y
el sentido común de
Hume. En este aspecto, el escocés fue un digno seguidor de
Montaigne, fundador del género ensayístico. Los
Ensayos morales, políticos y
literarios de
Hume sedujeron a
Kant,
Schopenhauer y
Nietzsche, igual que
continúan conquistando a cuantos filósofos se inclinan por un tipo de filosofía
"mundana" (
Kant la llamó
Weltphilosophie) o que exprese ideas concretas
sobre el arte de vivir y la comprensión de la realidad.
John Holme, amigo de
Hume, resumió de maravilla el interés de los
Ensayos: "Son a la vez
populares y filosóficos; en ellos se unen, de una manera rara y feliz, la
profundidad científica y el buen estilo literario". Ello fue lo que sedujo a sus
contemporáneos que asumían con deleite lo que
le bon David (así llamaban
a
Hume en sociedad) les transmitía acerca de cuestiones tan variadas e
importantes como: las finanzas del Estado, el dinero y el interés, el poder; el
buen gusto artístico y literario o el arte de la elocuencia; el matrimonio y el
amor; la modestia, la avaricia; y otros temas tan propios del ámbito ilustrado
como la superstición, la religión y la inmortalidad del alma.
Hume publicó sus
ensayos en varios tomos que revisó durante años.
Luis Fernando Moreno Claros,
Ensayos, morales, políticos y literarios, Babelia. El País, 16/07/2011
http://www.elpais.com/articulo/portada/Ensayos/morales/politicos/literarios/elpepuculbab/20110716elpbabpor_40/Tes?print=1
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https://sites.google.com/site/cavernicoles/rao-esclava
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