Deliberació i democràcia en Aristòtil.
Mas no sólo genéticamente la deliberación iría vinculada a la democracia, sino también conceptualmente, toda vez que dado el régimen de cosas sobre las que versa, esas que no se cumplen necesariamente, excluye un saber científico, la posibilidad de la demostración, y nos sitúa en el terreno más falible de la opinión, en el que, en consecuencia, todo hombre con juicio, con experiencia puede entrar, no quedando reservado a los sabios como quería Platón; la tecnocracia queda excluida. La vinculación entre deliberación y democracia tendría también, si seguimos la existencialista interpretación de Aubenque, una dimensión antropológica en tanto que sería lo que se correspondería mejor con la situación propia del ser humano, en un mundo abierto, no determinado, incierto y con-tingente, pero no aleatorio, en el que una razón falible, delimitada tanto frente a la ciencia como frente a la adivinación, perfilada en la plural confrontación de juicios puede actuar como guía. Esa deliberación en común, en fin, sería «la condición intelectual de posibilidad» de la coexistencia humana, de la realización del hombre en la pólis.
Jorge Álvarez Yagüez, La categoría de política. Aclaraciones desde la perspectiva de un clásico republicano, Isegoría nº 39, julio-diciembre 2008, pàgs. 311-333
(1) «La deliberación representa la vía humana, es decir, media, la de un hombre que no es ni del todo sabio ni completamente ignorante, en un mundo que no es ni del todo racional ni completamente absurdo, y que requiere por tanto ordenar las mediaciones renqueantes que nos ofrece» p. 116.
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