Benjamin Franklin: Sobre el plaer i el dolor.
Benjamin Franklin |
A continuación procederé a demostrar que, al ser todas las obras del Creador igualmente estimadas por Él, todas son igualmente utilizadas, como es justo que lo sean.
Sección II
A continuación haré un breve sumario de todo lo anterior.
1. Se da por sentado que Dios, Creador y Regulador del universo, es infinitamente sabio, bueno y poderoso.
2. Como consecuencia de Su infinita Sabiduría y Bondad, se admite que cuanto haga debe ser infinitamente sabio y bueno.
3. A menos de que algo o alguien se interpusiera en sus designios, lo cual es imposible porque Él es todopoderoso.
4. Consecuentemente con Su infinito Poder, se afirma que nada puede
existir ni hacerse en el universo sin Su Voluntad, y que eso ha de ser
necesariamente bueno.
5. Por eso el mal queda excluido, y con él, todo mérito o demérito;
y, de la misma forma, se descarta toda preferencia de Dios por una parte
de la creación.
Este es el resumen de la primera parte.
Pues bien, las nociones usuales sobre la justicia nos dirán que si todas
las cosas creadas son igualmente agradables al Creador, deben ser
usadas de la misma manera por Él. Y que lo son se deduce del argumento
anterior. No obstante, vamos a confirmarlo demostrando cómo se usan por igual.
1. Una criatura dotada de vida y conocimiento capaz de sufrir intranquilidad y dolor.
2. Ese dolor produce deseos de liberarse de él en proporción a su intensidad.
3. Satisfacer ese deseo produce un placer de igual intensidad.
4. Por lo que el placer es equivalente al dolor.
De estas premisas se desprende:
1. Que todas las criaturas experimentan tanto placer como dolor.
2. Que la vida no es preferible a la insensibilidad, ya que placer y
dolor se destruyen entre sí; que al ser al que se le sustraen diez
grados de dolor de diez grados de placer no le queda nada, con lo que
viene a estar en igualdad con el ser que sea insensible.
3. La primera parte demuestra que todas las cosas deben ser
utilizadas por igual porque el Creador las estima por igual. Y esta
segunda parte demuestra que son estimadas por igual porque son usadas
por igual.
4. Como toda acción es consecuencia de la insatisfacción, la distinción entre vicio y virtud queda descartada...
5. No cabe pensar en un estado de mayor felicidad que el presente, porque placer y dolor son inseparable...
Me doy cuenta de que la doctrina que aquí expongo no encontraría, caso
de publicarse, mas que una acogida indiferente, ya que la humanidad
propende a dejarse halagar. Todo lo que satisface a nuestro orgullo y
tiende a exaltar a nuestra especie sobre el resto de la creación nos lo
solemos creer más fácilmente, mientras que las verdades que son
desagradables se rechazan con la mayor indignación. «¿Qué?, se dirá, ¿es
que nos vamos a comparar con los animales innobles del campo, con lo
más bajo de la creación? No, eso no se puede admitir» Pero, si
utilizamos el sentido común aunque sea sólo un poco, los gansos seguirán
siendo gansos por mucho que pensemos que son cisnes, y la verdad no
tiene más que un camino por mucho que a veces resulte desagradable o nos
mortifique.
Benjamín Franklin, The Papers of Benjamin Franklin (Ed. de Labaree, I, 57-72)
En Autobiografía y otros escritos
Edición: Luis López Guerra (1982)
http://bibliotecaignoria.blogspot.com/2013/04/benjamin-franklin-sobre-la-libertad-y.html#.UWB0HTdVYpE
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