Carta oberta d´un ciutadà alemany.


Queridos griegos

Después de que Alemania haya tenido que salvar a los Bancos, ahora debe salvar también a Grecia. Los griegos, que primero han hecho alquimias con el Euro, ahora en vez de hacer economías, hacen huelgas.

Queridos griegos: desde 1981 pertenecemos a la misma familia. Nosotros, los alemanes, hemos aportado más nadie al Fondo común, cerca de 200 mil millones de euros, mientras que Grecia ha recibido cerca de 100 mil millones, o sea, la mayor suma per cápita que ningún otro pueblo de la UE ha recibido.

Hasta ahora, jamás ningún pueblo había ayudado a otro voluntariamente hasta tal grado y durante tanto tiempo. Sinceramente, sois los amigos más caros que tenemos. El caso es que no solo os engañáis a vosotros mismos, sino que también nos habéis engañado a nosotros. En esencia, nunca habéis demostrado ser merecedores de nuestro Euro.

Desde vuestra incorporación a la moneda única, nunca habéis logrado cumplir con los criterios de estabilidad.

Dentro de la UE sois el pueblo que gasta las mayores sumas en bienes de consumo. Como sois vosotros los que descubristeis la Democracia, debéis saber que se gobierna gracias a la voluntad del pueblo, en quien finalmente radica la responsabilidad. No digáis entonces, que solo los políticos son responsables del desastre. Nadie os obligó a evadir impuestos durante años, a oponeros a cada iniciativa política coherente tendente a reducir el gasto público y nadie os obligó a elegir los gobernantes que habéis tenido.

Los griegos sois quienes nos han mostrado el camino de la Democracia, de la Filosofía y los primeros conocimientos de una Economía Nacional. Pero ahora han seguido un camino equivocado. Y habéis llegado a su final.

Cordialmente,
Walter Wuellenweber

Aquest és un extracte de la carta, signada per Walter Wuellenweber, que va aparèixer a la publicació alemanya Stern.
(El Viejo Topo, nº 287)
http://www.elviejotopo.com/web/revistas.php?numRevista=287

Comentaris

Entrades populars d'aquest blog

Percepció i selecció natural 2.

Gonçal, un cafè sisplau

"¡¡¡Tilonorrinco!!! ¡¡¡Espiditrompa!!!"