Enginyer del Titanic
El hundimiento del Titanic representa el fracaso de la arrogancia de la razón ilustrada. Andrews Jr. pensaba que su barco era inhundible, que sus cálculos y sus diseños eran perfectos, pero se topó de lleno con la infranqueable naturaleza. El hundimiento del Titanic es una grandísima llamada de atención sobre los errores del, desgraciadamente casi siempre en las alturas, ego humano. Sin embargo, el detalle del gesto de poner el reloj en hora aún sabiendo que ya no tiene sentido, me pareció la clave. La ciencia, la ingeniería, la tecnología, en definitiva, la razón ilustrada, es, desde luego a mi juicio, de lo mejor que ha parido nuestra civilización. Por eso, a pesar del Titanic, del Hindenburg, de Hiroshima, o (en mucha menor medida pero muy ilustrativos) de los cohetes de Space-X que saltan en pedazos en el cielo, yo seguiría poniendo el reloj en hora de la misma forma que Andrews Jr. Nuestra ciencia y nuestra tecnología, son falibles, precarias, continuamente equívocas, pero son las artífices principales de muchas de las mejores cosas de las que disfrutamos hoy. Así que sí, aunque el meteorito estuviese a cien metros de nuestra atmósfera, yo seguiría poniendo el reloj en hora.
Santiago Sánchez-Migallón Jiménez, Herramientas cognitivas VIII, La máquina de Von neumann 18/08/2025

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