El realisme físic i la radicalitat cartesiana.
Procedente o no de la física, el metafísico contemporáneo parece
abocado a revivir la aventura cartesiana, a preguntarse de nuevo si el
mundo físico, que fue su punto de arranque, no tiene en realidad el
mismo estatuto que las representaciones de los sueños, muchas de las
cuales además de diferenciarse de lo que sentimos como propia
identidad, muestran esa irreductibilidad a la misma que nos parecía
ser una de las marcas de lo físico (pareciendo moverse y ocupar
posiciones, distinguiéndose así de líneas, superficies, intervalos
tridimensionales carentes de densidad, y otras entidades puramente
abstractas).
Y lo que nos llevará a este replanteamiento del
problema de la realidad del mundo no será ya exactamente la lectura de
Descartes (que seguirá sin embargo siendo un gran punto de referencia),
sino la reflexión sobre los principios que regulan nuestra concepción de
la naturaleza y nuestro ordinario trato con ella. Interés por los
principios reguladores que obliga al metafísico a acercarse al trabajo
del fisico, a menos que la aproximación sea en sentido contrario:
El
físico, por definición, trata de una dimensión del ser que no coincide
fenomenológicamente con la dimensión del pensamiento, y no se ocupa del
problema metafísico relativo a cuál es la auténtica relación entre
ambos dominios; o si lo hace es en paralelo, como el Einstein interesado
por las tesis de Kant a las que había sido introducido desde la
adolescencia por Max Talmey, un joven universitario que frecuentaba su
domicilio paterno en Munich.
Y sin embargo...el físico puede
verse por su propia tarea científica, y precisamente para mantener la
fidelidad a la misma, conducido a plantearse el problema metafísico.
Esto le ocurrió a Einstein en relación al problema de la significación
física del tiempo y el espacio, y le ocurrió a los físicos Antón
Zeilinger y John Bell en relación al principio de localidad, y le
ocurre a todos ellos y a muchos otros cuando se trata del realismo,
problema en el que la cual confluyen de hecho casi todos las demás.
Objetivo de estas notas es abordar con cierto carácter sistemático
estos problemas. Terminaré hoy recordando esta interrogación de Husserl
"Todo
esto nos dice Descartes. Pero, ¿vale la pena realmente intentar
descubrir un sentido presente tras tales ideas? ¿Pueden aun conferir a
nuestro tiempo nueva y potente energía?"
Víctor Gómez Pin, Asuntos metafísicos 6: hacer propia la radicalidad de Descartes, El Boomeran(g), 29/08/2013
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