Sense mecanismes de control
Como joven adolescente en el Canadá que se enorgullecía de su pacifismo durante los románticos años sesenta, creía yo firmemente en el anarquismo de Bakunin. Me burlaba de las tesis de mis padres de que si el gobierno en algún momento depusiera sus armas se abrirían las puertas del infierno. Nuestras previsones enfrentadas se sometieron a prueba a las 8 de la máñana del día 17 de octubre de 1969, cuando la policía de Montreal se puso en huelga. Hacia las 11.20 se produjo el primer robo de un banco. A mediodía, la mayoría de las tiendas del centro de las ciudades habían cerrado a causa del pillaje. (...) Al final del día (...) los daños a la propiedad ascendían a tres millones de dólares, antes de que las autoridades de la ciudad tuvieran que recurrir al ejército y, naturalmente, a la Policía Montada para restaurar el orden. Esta prueba empírica decisiva dejó mi política hecha jirones (y fue el anticipo de mi vida como científico)
Steven Pinker, La tabla rasa. La negación moderna de la naturaleza humana, Paidos, Barna 2003
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