Alternativa al panoptisme: aparició de noves formes de control.

¿Cabe concluir de lo anterior que la nuestra es ya, plenamente, una sociedad de control, lista para evacuar todos sus arcaísmos disciplinarios? Han transcurrido quince años desde la corrección de Deleuze a la recepción del trabajo de Foucault, pero el alcance anticipador de sus palabras sigue estando en el aire. Por un lado, la liquidación del cuartel, con la desaparición del servicio militar obligatorio es un hecho. Como es un hecho la liquidación de la escuela (liquidación ejemplar en este país nuestro, capitaneada por un conseller formado como técnico penitenciario). En estos momentos nos preparamos para la liquidación de la enseñanza universitaria, a toda prisa. En toda Europa los estados dimiten de su compromiso ciudadano con la instrucción pública, y, en su lugar, anuncian un nuevo compromiso, esta vez con el capital: la formación de mano de obra cualificada a la medida de las exigencias del mercado, tan flexible como el mercado mismo. La cultura es puesta ahora "al servicio de los fines de las multinacionales". Hasta aquí el diagnóstico de Deleuze se cumple al pie de la letra, incluso en sus extremos más policialmente siniestros: las nuevas figuras del saber que están ocupando el lugar del sabio o del intelectual son ahora el gestor, el experto, el agente evaluador...
Miguel Morey, Sociedades de Control, La Vanguardia, 30/11/2005
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