Velázquez revolution.
En Las Meninas, Velázquez sublima este lenguaje tridimensional en dos dimensiones y se permite incluso insinuar un paso más: la introducción del tiempo como una cuarta dimensión, algo así como el espacio-tiempo de Minkowski en la física relativista. Michel Foucault lo sugiere en el inspirador prólogo de Les mots et les choses: cada personaje de esta celebérrima escena aparece en un tiempo de reacción diferente respecto de la irrupción del rey Felipe IV y de la reina Mariana en la estancia (se reflejan en el espejo del fondo de la sala): Velázquez ha bajado la paleta y mira hacia el espectador (¡cielos, el Rey!), la infanta Margarita aún tiene la cara girada hacia el perro, que acaba de recibir una patada del bufón Nicolasito, pero sus ojos ya miran hacia el espectador (¡cielos, mi padre!), la dama de compañía que ofrece agua a la infanta aún no se ha percatado de nada, pero la otra dama ya ha iniciado una reverencia hacia el espectador (¡madre mía, el Rey!), Mari Bárbola se ha quedado petrificada (¡Dios mío, mi Rey!)... Velázquez propone, sin proclamarlo, una revolución que apunta más bien hacia el lenguaje cinematográfico (tres dimensiones de espacio y una de tiempo). Las nuevas tecnologías del 3-D, la estereoscopia o las holografías, en cambio, proclaman a gritos una revolución del lenguaje, pero no superan las tres dimensiones en ningún sentido. Sin novedad desde el Renacimiento, ¿qué queda hoy de la euforia de las holografías? La próxima revolución acaso esté en el 4-D, pero donde las cuatro dimensiones son espaciales. La primera palabra ya está inventada. Salvador Dalí la pinta en su misterioso Corpus Hypercubicus (1951), mientras matemáticos como Thomas Banchoff reorientan su vida profesional. Pero para que culmine esta revolución quizá no baste con engañar al cerebro, igual hay que cambiarlo.
Jorge Wagensberg, Sin novedad desde el Renacimiento, El País, 07/10/2010
http://www.elpais.com/articulo/opinion/novedad/Renacimiento/elpepiopi/20101007elpepiopi_12/Tes?print=1
Jorge Wagensberg, Sin novedad desde el Renacimiento, El País, 07/10/2010
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