Vida contemplativa i dèficit d'atenció.
Los logros culturales de la humanidad, a los que pertenece la filosofía, se
deben a la atención profunda y contemplativa. La cultura requiere un entorno en
el que sea posible una atención profunda. Esta es reemplazada progresivamente
por una forma de atención por completo distinta, la hiperatención. Esta
atención dispersa se caracteriza por un acelerado cambio de foco entre
diferentes tareas, fuentes de información y procesos. Dada, además, su escasa
tolerancia al hastío, tampoco admite aquel aburrimiento profundo que sería de
cierta importancia para un proceso creativo. (pág. 31)
Byung-Chul Han, La
sociedad del cansancio, Herder, Barna 2012
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