Les taules de Shepard
La fe irracional se basa en creer sin ver. El siguiente paso, defendido por Santo Tomás de Aquino, era el "ver para creer". De hecho, a muchos escépticos de cualquier asunto se les suele replicar "es que tú no lo has visto" o "si lo vieras, lo creerías".
Sin embargo, desde la década de 1640, existe otro nivel superior de conocimiento: el experimento, el método científico (en efecto, no hemos de esperar realmente encontrar ciencia fiable antes de que las comunidades científicas empezaran a tomar forma en la década de 1640).
Es un método tan revolucionario que relega el "ver para creer" al olvido, y de hecho le da completamente la vuelta. Porque si echamos un vistazo a las mesas de la imagen anterior, aseguraremos que la mesa de la izquierda es más larga que la mesa de la derecha. Sin embargo, si realizamos el experimento (medir con una regla ambas mesas), descubriremos que ambas son exactamente iguales. De repente, nuestro "ver para creer" ha quedado relegado a la categoría de anécdota (y encima falsa).
Así que el proceso de llegar a un conocimiento cada vez más objetivo parece haber pasado ya por tres niveles: fe en lo que no se ve, fe en lo que veo, fe en lo que podemos explicar cómo vemos garantizando que siempre obtendremos la misma explicación para todas las personas y todas las cosas. Es decir, religión, opinión personal y ciencia.
Sergio Parra, Ver no es suficiente para creer: tu opinión no vale tanto como crees, xatacaciencia.com 23/12/2020
Comentaris