No s'ha d'escollir entre ètica i política.
Que la política no se agote en la ética no quiere decir que excluya o deba excluir la ética.
No hay que elegir entre ética y política. Es algo más sencillo y antiguo, olvidado por unas reflexiones filosóficas propensas a la idealización: la política, como la vida, está llena de dilemas tan ingratos como inevitables. Al final solo nos queda la Phronesis, la sabiduría práctica o la prudencia aristotélica. No hay manuales ni plantillas morales a aplicar. A lo más que podemos aspirar es a afinar nuestra capacidad para calibrar las diversas opciones y principios en juego en cada elección, siempre atentos a cual puede ser el resultado final de nuestras acciones, incluido el efecto sobre nosotros mismos. Eso que no hay modo de enseñar.
Félix Ovejero Lucas, El leproso mudo. Acerca del buenismo político, Claves de razón Práctica nº 234, Mayo/Junio 2014
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