La filosofia no és ciència, però va darrera de la ciència (Víctor Gómez Pin).
La filosofía no es desde luego (al menos, eso no es en ella lo esencial) un pensar que, como el del poeta, explora las potencialidades y recursos que el lenguaje tiene con vistas a su propia recreación. Pero ya he reivindicado la tesis de que la filosofía no es tampoco el pensar de la ciencia. Esta imposibilidad de encasillar la filosofía como una modalidad particular de la manera de hacer de los científicos, supone que en la distribución administrativa de la universidad la filosofía no puede ser una facultad paralela a la facultad de biología o de física, asunto considerado por Kant en su Conflicto de las Facultades.
Simplemente la filosofía no es ciencia. Y sin embargo la filosofía vatras (con todo el equívoco de la expresión) la ciencia. Su pensar es un pensar que sigue en el tiempo al pensar de la ciencia y desde luego extrae toda la savia del mismo, pero también la filosofía está detrás de la ciencia dándole quizás soporte. La filosofía en todo caso, para tener legitimidad, ha de añadir algo a la ciencia, ha de decir cosas que la ciencia no dice. ¿Qué añade o dice pues? La respuesta sólo puede venir del énfasis en la intención. Se trata ciertamente de conocimiento, y de conocimiento riguroso, y por eso la ciencia es la base, pero se trata asimismo de algo más. Pero, ¿en qué consiste ese algo? ¿Qué añadir cuando ya está resuelto el problema de la indispensable información (científica pero también filológica e histórica a fin de poder interpretar textos e insertarlos en contextos) y ha sido planteado el eventual problema de evaluación e interpretación de dicha información en el seno mismo de la ciencia? ¿Qué hace en suma el meta-físico?
El problema del vacío se plantea no sólo al narrador sino también al filósofo. La recurrida metáfora de la página en blanco no remite a una ausencia de contenido, sino a la cuestión de la nota diferencial que, sin añadir dato alguno, trasmuta este contenido. ¿Por qué el Aristóteles que se interroga sobre la diferencia que hace la singularidad humana en el seno de la animalidad, manejando al respeto todos los datos que podía almacenar el conocimiento de su época, no es sin embargo simplemente el primer biólogo sino el primer (y quizás principal) pensador de la vida, y aun de la vida hecha palabra? ¿Por qué el Aristóteles que como todos los astrónomos de la historia hace conjeturas (afortunadas o no) sobre esferas que podrían eventualmente explicar los fenómenos astrales, constatados una y otra vez, es algo más que un astrónomo? ¿Por qué el Aristóteles que intenta (de nuevo con mayor o menor fortuna) utilizar las propiedades intrínsecas de los entonces considerados elementos, a fin de explicar el comportamiento de laphysis, es algo más que un físico? ¿Por qué en suma es Aristóteles El filósofo? La respuesta no es obvia y de alguna manera la historia misma de la filosofía es en gran parte una tentativa de encontrarla.
Víctor Gómez Pin, ¿Qué añadir a la información y a la inteligibilidad?, El Boomeran(g) 09/02/2016
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